Bestinver pierde a otro de sus gestores estrella. Ricardo Cañete, hasta ahora responsable de la cartera ibérica en la gestora propiedad de Acciona, deja la firma tras culminarse la integración de Fidentiis. Así lo ha comunicado la gestora a sus clientes a través de un comunicado interno. Cañete sigue así los pasos de Beltrán de la Lastra, que anunció a comienzos de marzo que abandonará su cargo de director de Inversiones el próximo otoño.
Ambos gestores llegaron en octubre de 2014 desde JPMorgan Asset Management (De la Lastra) y Mutuactivos (Cañete) para reemplazar a Francisco García Paramés, hoy en Cobas, y Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad, en Azvalor.
En la carta remitida a los clientes, se especifica que Ricardo Seixas se hará cargo del área de renta variable ibérica, procedente de Fidentiis. Las otras dos áreas están dirigidas por Tomás Pintó, fichado en Pictet Asset Management para liderar la renta variable internacional en Bestinver, y Eduardo Roque, en el caso de la renta fija. Según un portavoz oficial de Bestinver, Álvaro Llanza y Luis Peña, también provenientes de Fidentiis, se incorporan a gestionar la cartera internacional bajo las órdenes de Pintó.
De esta forma, Bestinver deja de operar con dos “motores de inversión” distintos, como calificó el propio De la Lastra hace unos meses al proceso transitorio que viviría la gestora, cuando comenzó a integrarse Fidentiis tras su compra. En adelante, habrá solo un “motor de inversión” con tres áreas diferenciadas, aunque la gestora ya anunció que también va a desarrollar otras paralelas como son los mercados privados o el M&A.
“Con esta transición, la continuidad del análisis fundamental, la visión de largo plazo y el trabajo en equipo quedan garantizados como elementos esenciales de nuestra gestión”, asegura Enrique Pérez-Pla, consejero delegado de Bestinver. En la mencionada carta, este agradece a Cañete “su dedicación estos años” y le desea “lo mejor para el futuro”, aunque desde la firma no han aclarado si tiene un nuevo destino profesional o cuenta con una cláusula de no competencia, como es habitual en el sector.