La gestión discrecional de carteras se impone a los fondos tradicionales en un ecosistema en el que surge un nuevo perfil de inversor que llega para cambiar tendencias. Son los millennials europeos de clase media alta, que demandan mayor personalización y diversificación y están dispuestos a pagar con la gestión de su patrimonio. Además, con el retorno de la volatilidad y la nueva regulación, este estilo de inversión está viviendo un momento dulce.
Hablamos con Francisco Veiga, gestor de carteras de Orey Financial, sobre estos temas y, también, sobre dónde vale la pena invertir en España.
Pregunta: Después de MiFID II, el ecosistema de los fondos de inversión ha tenido que adaptarse y se ha visto un impulso a la gestión discrecional de carteras, ¿a qué es debido?
Respuesta: En primer lugar, porque MiFID II limita el acceso a muchos fondos de inversión pasiva (una forma de inversión muy popular en los últimos años/década). En EEUU, por ejemplo, los proveedores de ETFs han decidido no producir el informe legal necesario para la disponibilidad de esos fondos a inversores minoristas, eliminando completamente el acceso al producto vía intermediarios europeos. Este es un ejemplo de una limitación que ha traído MiFID II pero hay otros que han afectado a la industria de fondos, impulsando la gestión discrecional.
P: ¿Cree que el hecho de que la nueva normativa haya dejado una mordida en las comisiones de los fondos tiene que ver? ¿Está cambiando la oferta porque se generan notables ingresos por comisiones?
R: Creemos que hay básicamente 3 factores que contribuyen al crecimiento del servicio de gestión discrecional. En primer lugar, por la regulación que afecta a los fondos de inversión y limita las alternativas. Además, por el retorno de la volatilidad al mercado tras varios años tranquilos. Históricamente los mandatos de gestión activos tienen mejor desempeño cuando hay más volatilidad. Por último, por la tendencia de los milenials europeos a delegar la gestión de su patrimonio. Creemos que se mantendrá por varios años.
Tenemos la libertad para invertir en cualquier activo cotizado en bolsa, sin ningún interés particular, además de la calidad/rentabilidad esperada de ese mismo activo. Nuestro foco es exclusivamente el retorno positivo
P: ¿Hay otros motivos para que haya cada vez más demanda de estos servicios?
R: La principal razón está relacionada con la independencia y libertad aplicable a mandatos de gestoras independientes, como Orey Financial. Tenemos la libertad para invertir en cualquier activo cotizado en bolsa, sin ningún interés particular, además de la calidad/rentabilidad esperada de ese mismo activo. Nuestro foco es exclusivamente el retorno positivo. Por ello, creemos que la tendencia de crecimiento de los servicios de gestión discrecional seguirá al alza.
P: ¿A qué tipo de inversor van dirigidos? ¿Para qué tipo de inversores quedan completamente descartados?
R: Nuestro servicio de gestión de carteras va dirigido a inversores de largo plazo. Dependiendo del mandato contratado, tendrán un periodo mínimo de permanencia recomendado de 3 a 5 años. Hay que tener también un nivel mínimo intermedio de tolerancia al riesgo, pues nuestros mandatos son de bonos y acciones, productos que históricamente tienen ciclos de mercado con fluctuaciones de +/- 5-15%. Un perfil de aversión al riesgo total, sería un perfil de inversor completamente descartado.
P: En este tipo de inversiones, la confianza entre el gestor y el cliente es fundamental, ¿qué otros requisitos debe tener un profesional de la gestión de carteras individualizadas?
R: Realmente la confianza no es un requisito previo, per se. Es la consecuencia de un trabajo invisible para que, desde el primer momento que contactamos con un cliente, este sepa exactamente qué ofrecemos, los costes implícitos, cómo hacemos la gestión técnicamente y qué tipo de soporte tendrá durante la relación. Así, la confianza se suma a la honestidad y la transparencia con el cliente en lo relativo a todo el servicio que se ofrece.
P: Muchos expertos consideran que una desventaja de este modelo de gestión es que el inversor pierde todo tipo de capacidad de maniobra sobre los fondos en los que quiere invertir. De hecho, se critica que las instituciones financieras obligan a los gestores a invertir en sus propios productos. ¿Cómo gestiona este hándicap?
R: La pérdida de capacidad de maniobra es aceptada, es decir, el cliente la pierde por su voluntad directa al encargar el mandato de la gestión de su cartera. En nuestro caso además, el cliente tiene la posibilidad de visualizar diariamente online de forma actualizada toda la información de su cartera en tiempo real.
En relación a la transparencia, al ser una gestora independiente que no tiene productos propios, no tenemos ese dilema. Nuestras inversiones son en activos financieros cotizados en Bolsa en cualquier parte del mundo, sin intereses propios, sólo que sea una buena inversión para las carteras de nuestros clientes.
La confianza no es un requisito previo, per se. Es la consecuencia de un trabajo invisible
P: ¿Cómo pueden hacer 'benchmarking' los clientes y saber que la rentabilidad de su cartera es la más óptima?
R: En Orey Financial ponemos a disposición de los clientes un portal online con toda la información relativa a su cartera (asset allocation, posiciones individualmente detalladas, costes, rendimiento). Cada uno de nuestros mandatos tiene un 'benchmark' contra el cual el cliente puede comparar directamente en su área privada del portal. Además, mensualmente enviamos un reporte del rendimiento y el riesgo junto con un comentario de mercado, como apoyo explicativo para entender el desarrollo de la cartera cada mes.
P: ¿Qué opinión le merecen los robo-advisors, que aproximan la gestión discrecional a todo tipo de patrimonios?
R: En este momento no tenemos interés en desarrollar esta tecnología en nuestros servicios de gestión de carteras, apostamos por un servicio más personal.
P: En su caso particular, ¿cómo diseña las carteras para cada cliente?
R: En nuestro caso, diseñamos las carteras basándonos en un modelo de factores de calidad/valor mediante el cual seleccionamos las acciones que componen cada portfolio. Para las carteras de bonos utilizamos un screening propio basado en criterios diversos, desde el momentum macro, a la realidad micro de la empresa a invertir.
P: ¿Cuántos clientes a la vez puede administrar un profesional como usted?
R: Ahora mismo, gracias a la tecnología que utilizamos para gestionar las carteras, podemos gestionar de forma altamente eficiente de cientos a miles de clientes.
P: La pregunta del millón, ¿dónde invierten ahora las grandes fortunas?
R: Lo cierto es que las grandes fortunas mantienen un estilo de inversión que no ha cambiado significativamente en términos de clases de activos y de tipo de inversiones. Donde vemos un cambio mayor de estilo de inversión es en los millennials europeos, que demandan mucho más inversiones temáticas, especialmente en temas como la economía social, el medio ambiente y las empresas sostenibles.
P: ¿Y están dispuestos a pagar por la gestión?
R: Son personas de clase media alta, suficientemente ocupadas con su trabajo y la administración de su patrimonio “real”, que prefieren delegar la inversión en mercados de capital en un profesional y, efectivamente, están dispuestas a pagar por ello.
Las grandes fortunas mantienen un estilo de inversión que no ha cambiado significativamente en términos de clases de activos y de tipo de inversiones
P: ¿Hay algún sector o activos especialmente atractivos de cara a los próximos meses? ¿Qué recomendaría a un inversor que diseñara su propia cartera para capear la volatilidad?
R: Nosotros utilizamos un estilo de inversión “bottom-up”, es decir, no seleccionamos activos con base a las perspectivas para un sector. Nuestro modelo propio de factores se encarga de, considerando todos los sectores, encontrar las empresas más baratas, rentables y eficientes.
P: Tiene noticia de que se esté regresando al sector inmobiliario en España, nos han llegado rumores de empresas importantes que diversifican en viviendas y locales para aprovechar la burbuja del alquiler. ¿Dónde vale la pena invertir en nuestro país?
R: Es una tendencia que se está manifestando no sólo en España. En los países de la UE afectados por la “crisis de deuda soberana”, y periféricos en general, donde los precios del inmobiliario estaban por debajo de la media europea, verificamos una recuperación muy rápida, y hasta una subida de precios que los ha dejado más cerca de la media europea, especialmente en grandes capitales como Lisboa o Madrid. En España seguimos creyendo en el mercado de acciones español, con un PER de 13,10x estimado para 2018, está entre los índices más barato de Europa y del mundo desarrollado.