Los unit linked son el nuevo producto de moda entre las grandes fortunas. Aunque estos seguros de vida llevan dos décadas operando en España, han ganado en relevancia entre los ricos desde que en las elecciones generales de 2015 todos los grandes partidos políticos propusieran iniciativas para reformar el régimen de las sicav. En particular, son los unit linked luxemburgueses los que se han convertido en una alternativa a estas sociedades colectivas, un negocio que ya supera los 5.000 millones de euros en España.
Básicamente, los unit linked son un tipo de seguros de vida que toman forma de cesta de inversión, dentro de la cual se pueden meter distintos activos: desde los más tradicionales (acciones, bonos o fondos de inversión) hasta los alternativos (capital riesgo, ‘hedge funds’ o estructurados, entre otros).
En España, la banca comercial y las aseguradoras los comercializan desde importes muy reducidos, pero los bancos privados han optado por la vía de apoyarse en aseguradoras extranjeras, que les montan unit linked más sofisticados, normalmente desde la plataforma de Luxemburgo. La normativa del Gran Ducado fija en 125.000 euros el mínimo de inversión en estos seguros de vida, bajo los que suelen albergarse fondos de múltiples gestoras internacionales en régimen de arquitectura abierta.
De los proveedores presentes en España, el líder es Lombard International Assurance, con unos 3.000 millones en primas. Su cuota en el mercado español asciende al 65% en la producción de nuevo negocio, y al 75% en el conjunto de las primas. El resto se lo reparten aseguradoras como Swiss Life o Cardiff. Y el principal banco privado que los solicita para sus clientes es A&G, con unos 900 millones en estos productos de derecho luxemburgués, de los cuales más del 80% está contratado con Lombard. Otros grandes demandantes de unit linked son CaixaBank, Bankinter, Andbank, Citi o JPMorgan, quienes se los ofrecen a sus clientes VIP.
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Credit Suisse, UBS y otros bancos VIP cuelan sus fondos españoles entre los superventasEl negocio de sicav sigue albergando casi 29.000 millones en activos, según Inverco, y es casi seis veces más grande que el negocio de los unit linked luxemburgueses. “No hemos notado que se liquiden sicav con el objetivo de llevar ese dinero a unit linked, pero sí percibimos que los empresarios que ahora venden su empresa y amasan una pequeña fortuna ya no tienen a las sicav como destino prioritario. Ahora lo ponen en unit linked”, explicó Enrique Barroso, responsable de Lombard para Iberia y Latam, en un desayuno informativo junto a A&G Banca Privada. Estos dos grupos empezaron a colaborar y a desarrollar este negocio para los clientes VIP hace 15 años.
Los clientes a los que se dirige Lombard son, incluso, más pudientes respecto a lo que marca el mínimo de inversión legal de Luxemburgo. Su barrera de entrada está puesta en los 250.000 euros, y la comisión media que cobra al año está en el 0,29% sobre el patrimonio administrado. Pese a ello, su responsable matiza que, en general, los unit linked -tanto los españoles como los luxemburgueses- son “aptos para casi todos los públicos” y no solo para los ricos, ya que los mínimos de entrada distan de ser tan altos como el capital que se exige a la hora de constituir una sicav, que es 2,4 millones.
EL RIESGO LO CORRE EL CLIENTE, NO LA ASEGURADORA
Otro reclamo para las grandes fortunas es la flexibilidad con la que puede invertir la cartera de un unit linked, algo “imprescindible” en un entorno de tipos al 0% o negativos como el actual, donde los inversores buscan un extra de rentabilidad para sus ahorros que, hoy día, está en los activos ilíquidos y de la economía real, afirma Rafael Soldevilla, director de Productos y Servicios en A&G. Aunque estos seguros de vida tienen una particularidad respecto a otros seguros: el riesgo lo corre el cliente y no la aseguradora.
Otros ganchos son el diferimiento fiscal de las plusvalías que generan los fondos subyacentes de la cartera, como ocurre en España, así como la privacidad de la cartera en sí misma. Al tratarse de un contrato de seguro y no de una sociedad, como las sicav, las grandes fortunas no están obligadas a publicar sus posiciones.