Sorpresa entre los clientes de CaixaBank. Cerca de una veintena de los fondos de inversión que comercializa el banco catalán han tenido que reconocer ante la CNMV que tienen más riesgo del previsto antes de la crisis del Covid-19. La alta volatilidad de los mercados vista desde marzo ha provocado que el precio de los fondos varíe más de la cuenta, incluso en los productos más conservadores.
La montaña rusa a la que han estado sometidos los mercados ha obligado a que su gestora, CaixaBank Asset Management, modifique al alza el indicador numérico de riesgo de casi una veintena de fondos, “debido a un cambio en la volatilidad de su valor liquidativo durante los últimos cuatro meses”, según se recoge en los respectivos hechos relevantes ante el supervisor.
Dentro de los fondos afectados, hay dos grandes bloques: los que han pasado de un riesgo dos a un riesgo tres, como por ejemplo el CaixaBank Renta Fija Flexible y otros tantos de bonos públicos y privados, y los que han pasado de un riesgo cinco a un riesgo seis, donde se enmarcan los puros de bolsa y otros globales con gran peso de la renta variable, como el CaixaBank Selección Tendencias, el CaixaBank Smart Renta Variable Europa (de su gama pasiva) o el MicroBank Fondo Ecológico, cuyo promotor es la filial del grupo especializada en microcréditos para emprendedores y familias.
El indicador de riesgo que los fondos deben incluir en su documento de datos fundamentales para el inversor (DFI) y en su folleto a la hora de ser contratados por un partícipe oscila en una escala de uno a siete niveles, establecidos por la CNMV. Va de potencialmente menor rendimiento/riesgo (1) a potencialmente mayor rendimiento/riesgo (7), aunque como recuerda el supervisor español de los mercados, “la categoría (1) no significa que la inversión esté libre de riesgo”.
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La subida oficial de riesgo en este puñado de fondos de CaixaBank “no se debe a una modificación de la política de inversión, ni a un cambio del criterio de selección de los activos, ni una estrategia de inversión distinta”, resalta la entidad. Es decir, que se produce por una situación sobrevenida, como ha sido la crisis del coronavirus, por lo que los fondos seguirán invirtiendo igual aunque, a partir de ahora, van a mostrar una información más pegada a la realidad de cómo pueden llegar a comportarse en situaciones de verdadero estrés.
POR ORDEN DE LA ESMA
Los DFI y folletos de estos fondos serán modificados “a la mayor brevedad posible” de acuerdo con lo indicado en el documento ‘CESR´s guidelines on the methodology for calculation of the ongoing charges figure in the Key Investor Information Document’, de la ESMA, el supervisor europeo de los mercados.
La gestora de CaixaBank ha retocado al alza el indicador de riesgo en estos casi 20 fondos a lo largo de prácticamente toda la escala, salvo en el escalón que va de seis a siete. El fondo más conservador que se ha visto afectado ha sido el CaixaBank Interés 4, de renta fija euro corto plazo, que ha pasado de riesgo uno a riesgo dos. Otros fondos afectados han sido el Albus, un todoterreno vendido entre los clientes de banca privada, o el CaixaBank Destino 2030, que incorpora un ciclo de vida para aquellos partícipes que se jubilen en torno a esa fecha. Ambos han evolucionado de riesgo cuatro a riesgo cinco.
El Albus, con más de 1.000 millones de euros bajo gestión, cae más de un 7% en el año, según Morningstar. Sin embargo, el CaixaBank Renta Fija Flexible ha recuperado y apenas cede un 0,6%. Por su parte, el CaixaBank Selección Tendencias, que sobrepasa los 2.000 millones en activos, ya está en verde y sube un 2,4%.
