El sector salud es una megatendencia llamada a tener protagonismo ahora y en el futuro. Así, tal y como explican los expertos de Singular Bank, “sus expectativas de crecimiento a largo plazo se basan en diversos factores como los cambios demográficos, la expansión de las clases medias emergentes, el aumento de las enfermedades crónicas y la transformación tecnológica”.
Además, añaden estos analistas, “no se ve excesivamente afectado por la normalización de la política monetaria, por lo que podría actuar como activo refugio ante subidas de los tipos de interés e inflación alta, así como beneficiarse de un cierto movimiento defensivo ante el contexto de la guerra en Ucrania”.
No obstante, Singular Bank recuerda que la inversión en renta variable conlleva sus riesgos y que se pueden sufrir pérdidas de capital.
¿CÓMO INVERTIR EN SALUD?
Para apostar por este sector, el inversor se puede decantar por compañías especializadas (como Astrazeneca, Grifols o Johnson & Johnson, entre otras muchas), por fondos cotizados (como el Xtrackers MSCI World Health Care UCITS ETF) o bien por fondos de inversión.
DOS FONDOS DE INVERSIÓN “A TENER EN CUENTA”
Dentro de esta última categoría, Singular Bank destaca dos de ellos. El primero es el BGF World Healthscience, de la gestora BlackRock Global Funds, cuya inversión se centra en valores de la renta variable mundial ligados a la asistencia sanitaria, los productos farmacéuticos, la tecnología y suministros médicos, así como el desarrollo de biotecnología.
Se trata de un instrumento financiero gestionado de forma activa, con una cartera diversificada integrada por entre 70 y 120 posiciones, con una rotación escasa y orientado al largo plazo.
Además, este fondo busca compañías de calidad, con balances sólidos, modelos de negocio estables y resilientes.
En segundo lugar, Singular Bank también resalta al Fidelity Global Health Care, cuya filosofía es buscar y comprar títulos de empresas solventes y de calidad que puedan crecer con el tiempo.
En especial, el gestor trata de identificar aquellas firmas que ofrezcan calidad, visibilidad y sostenibilidad, con elevados retornos sobre el capital invertido y con capacidad para mejorar la rentabilidad.
Como mínimo, un 70% de su cartera está conformada por acciones de empresas de todo el mundo que diseñen, fabriquen o comercialicen productos y servicios empleados en el sector sanitario, médico o biotecnológico.