La industria española de los fondos de inversión tiene una anomalía respecto a sus comparables en Europa. Es más pequeña de lo que por tamaño país correspondería y, además, está controlada por los hogares, cuando en Europa los grandes inversores en fondos son institucionales. “No es ni bueno ni malo”, señala Inverco, “solo es diferente”.
En España, la industria de los fondos mueve un negocio de 533.000 millones de euros, según el último Informe 2018 y Perspectivas para 2019 de Inverco, donde se utilizan datos del BCE. En esta cantidad se incluyen tanto los fondos domésticos como los internacionales aptos para la venta en España. Es una cifra importante, más si se tiene en cuenta el gran crecimiento que han tenido los fondos desde 2012, un ascenso que ha durado hasta ahora al registrar su peor racha, con cinco meses consecutivos de reembolsos netos. No obstante, es un volumen más bajo que el de sus vecinos europeos.
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Los españoles castigan a los fondos por su mal 2018 con reembolsos de 912 millones en eneroEs la mitad que en Italia, que mueve cerca de 1,1 billón de euros, o cinco veces menos que en Alemania y Francia, con volúmenes por encima de los 2,5 billones.
Además, la estructura ‘de propiedad’ de los fondos contradice la tendencia europea. En España, un 62% de los mismos está controlado por los hogares, mientras que un 17% está en otros intermediarios financieros y un 10% en las aseguradoras y los fondos de pensiones. El resto lo tienen las empresas no financieras, sobre todo, y las instituciones financieras monetarias.
ITALIA, LO MÁS PARECIDO A ESPAÑA
En los principales países de Europa, sin embargo, esto no ocurre. El promedio de participación de las familias o los hogares en los fondos es del 26%, caso de Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Italia y Suecia, mientras que los grandes inversores institucionales (las aseguradoras y los fondos de pensiones) tienen prácticamente un 50% de media.
El caso más parecido al español es el de Italia: un 46% de su dinero en fondos está en manos de los hogares, un 22% en institucionales y un 29% en otros intermediarios financieros.
Inverco, la patronal de las gestoras españolas, quita hierro al asunto. No le preocupa esta anomalía. No obstante, diferentes gestoras se quejan de la estructura actual del ahorro en fondos. “Los inversores minoristas [los hogares y las familias] tienen más aversión al riesgo. Cuando llega la volatilidad y las correcciones, empiezan a sacar el dinero de sus fondos y el sector se resiente muy fuertemente. Eso no es una inversión a largo plazo, falta educación financiera”, critican especialmente las boutiques.
Gran parte de la culpa la tienen los bancos, ya que cuando vienen mal dadas, pasan a sus clientes a depósitos o cuentas remuneradas, por poco interés que ofrezcan, o a fondos garantizados en el mejor de los casos. “En Europa, por el contrario, el ahorro a largo plazo y la industria de fondos son más estables, ya que el inversor institucional tiene el gran peso y comprende mejor los mecanismos de los mercados”, contraponen estas gestoras.