Los fondos activistas reniegan de entrar en los bancos por la 'dictadura' del BCE

Amber Capital, el principal accionista de Prisa, rechaza tanto intervencionismo del BCE

  • Un caso reciente de activismo de un fondo en un banco fue Artisan con Bankia
cbjoseph oughourlian short1
Joseph Oughourlian, presidente de Amber Capital

Los fondos activistas pasan de los bancos. No de todos, pero de casi todos. Es la consecuencia del cada vez mayor intervencionismo del Banco Central Europeo (BCE) en el sector, una ‘dictadura’ de regulación y supervisión que se inició a raíz de la crisis de 2008. Uno de los principales fondos activistas, Amber Capital (el primer accionista de Prisa), lo aseguró en unas jornadas del Instituto Gobernanza y Sociedad (IGS) sobre los consejos de administración y los inversores institucionales.

El organismo monetario europeo, liderado hasta hace pocos meses por Mario Draghi y ahora por Christine Lagarde, es un ángel para unos y un demonio para otros. Los fondos activistas son de la segunda opinión. “No vamos a entrar en los bancos porque, al final, quien decide casi todo es el BCE”, ha señalado Joseph Oughourlian, presidente de Amber Capital.

Este fondo, que sí tiene más de un 6% en el italiano Banca Popolare di Sondrio, recuerda entre bambalinas una de sus últimas experiencias con los técnicos del BCE a cuenta de su operación transalpina: “Nosotros les intentábamos hacer ver que el banco tenía exceso de capital y, con tal de generar más y más capital, desviaba su atención de acometer otros proyectos importantes. Sin embargo, para el BCE la situación como supervisor era la idónea, porque así salvaban los muebles”. Este debate se puede extrapolar hoy a todos los bancos europeos.

Pese a que todo lo que ocurre en los bancos empieza y termina hoy en el BCE, y eso desincentiva la entrada de inversores institucionales en general y fondos activistas en particular, Oughourlian puntualiza que “sí hay casos concretos de bancos donde es posible añadir valor y sacar rentabilidad”, aunque “no es lo habitual” y tampoco ha dado ejemplos específicos. La regulación europea postcrisis y los tipos bajos de interés están presionando a la baja los márgenes y la rentabilidad del sector, y el BCE promueve la concentración.

Aunque escasos, uno de los casos recientes de fondos activistas en la banca se produjo en España, con Artisan Partners en Bankia. El fondo lanzó el pasado otoño una campaña contra una hipotética fusión entre los bancos Bankia y Sabadell. Artisan, el mayor accionista de Bankia después del FROB, propuso una alternativa: la integración del banco semipúblico español en el gigante holandés ING, del que también es un accionista significativo. A los pocos días, Bankia enfrió la sugerencia de Artisan y reivindicó un “horizonte en solitario”.

A VUELTAS CON LOS CONSEJEROS INDEPENDIENTES

En las jornadas del IGS, el papel de los consejeros independientes en los consejos de administración de las cotizadas fue muy criticado, también en los bancos del parqué. En sentido amplio, el presidente de Amber Capital criticó que "los consejeros independientes en muchos casos son amigos que no se enteran de dónde cotiza la compañía, ni qué deuda tiene, ni quiénes son sus comparables, ni las dinámicas del sector... No tengo otra palabra: es acojonante”.

Pero Íñigo Fernández de Mesa, presidente de Rothschild & Co España, salió en defensa del sector financiero, que representa a través del banco de inversión. “Ahora hay que pasar muchos controles de los supervisores para llegar y estar en un consejo. Los consejeros independientes están más comprometidos que antes y, en general, hay mejores consejeros porque las entidades se han abierto a incluir extranjeros con más conocimiento”. Sobre los fondos activistas, Fernández de Mesa opina que “sí son una fuente de creación de valor a largo plazo” en las compañías.

Noticias Relacionadas
contador