Aena tiene un nuevo accionista relevante. Se trata de MFS Investment Management, un fondo de inversión global con sede en Boston y conocido anteriormente como Massachusetts Financial Services.
Este gran gestor de activos estadounidenses ha aprovechado la corrección bursátil de la empresa de aeropuertos, que se deja un 7% en los últimos tres meses, para aflorar una participación en el capital del 3,053%.
Según ha comunicado MFS a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), alcanzó ese porcentaje el pasado martes, 18 de septiembre, fecha en la que la cotización de Aena cerró en 148 euros.
En concreto, MFS controla un paquete de 4,58 millones de acciones de Aena (4.580.160), con un valor de mercado (145,50 euros) de 666 millones de euros.
Al ser un fondo con presencia global, MFS reparte ese porcentaje de Aena entre varias filiales. Por ejemplo, la matriz MFS controla el 0,96%, MFS Investment Manager el 0,55%, MFS Institutional Advisors el 0,48%, MFS Australia el 0,39%, MFS UK el 0,24%, MFS Luxemburgo el 0,18%, MFS Canada el 0,13% y MFS Singapur el 0,07%.
El Estado español se mantiene como accionista de control del gestor de aeropuertos, con una participación en el capital del 51% a través de la sociedad pública Enaire. El segundo mayor accionista, pese a haber reducido su participación hasta el 8% en mayo, continúa siendo el fondo británico TCI, gestionado por Christopher Hohn.
Además, el banco alemán Deutsche Bank controla una participación del 4,4%, mientras el gran fondo de inversión estadounidense BlackRock está presente en el accionariado con otro 3%.
Estos grandes fondos están presentes en el capital porque Aena es un gran generador de caja, lo que le permite distribuir suculentos dividendos entre sus accionistas. Actualmente, su rentabilidad anual por dividendo se encuentra en el 4,7%.
La semana pasada, el banco de inversion Kepler señaló a Aena como una oportunidad de compra si cumple con las previsiones de tráfico para este año y 2019. La firma espera que sus acciones se dirijan hasta 175 euros en un plazo de doce meses.