El médico Armando Cuesta y el ingeniero de telecomunicaciones Juan Martínez se han asociado con Abante para lanzar un fondo novedoso en España: el primer fondo español de gestión activa en biotecnología y ciencias de la vida. Invertirá en pequeñas y medianas compañías, especialmente estadounidenses.
El Abante Biotech Fund, que estará domiciliado en Luxemburgo al pretender llegar tanto a clientes españoles como internacionales, invierte en empresas de biotecnología o ciencias de la vida cuyos productos presentes o futuros tienen el potencial de transformar la medicina tal y como se conoce hoy día.
Los sectores principales en los que se posiciona son la oncología, la cardiología, la neurología y las enfermedades congénitas, aunque no descarta otros como las enfermedades infecciosas. El fondo de Cuesta y Martínez se adentra en la fase clínica de aprobación de fármacos, entre los estadios uno y tres, “donde más se pueden aprovechar las ineficiencias del mercado”, según sus responsables.
La renta variable de compañías centradas en la biotecnología representa el 2% del total de renta variable de los países desarrollados. De hecho, este porcentaje es superior a lo que supone la renta variable española. En Estados Unidos, donde hay más empresas cotizadas y punteras del sector, existen unas 800 compañías de biotecnología listadas en la bolsa, de las que 700 tienen la consideración de pequeñas y medianas empresas, al tener menos de 1.000 millones de dólares de capitalización bursátil.
Y es aquí donde el fondo quiere pescar, a partir de los 100 millones y hasta los 1.000 millones de dólares de capitalización, en Estados Unidos pero también selectivamente en Europa, Canadá, Australia o Israel.
OBJETIVO: BATIR AL NASDAQ BIOTECHNOLOGY INDEX
Sobre este universo trabajará activamente el nuevo fondo de autor de Abante, que tendrá entre 30 y 40 compañías en cartera y siempre estará invertido más del 80%. Su objetivo es batir al índice Nasdaq Biotechnology en el medio y el largo plazo. El reto es difícil, porque el índice ha crecido de media anual más de un 12% en los últimos 25 años, pero superable, “gracias a la combinación de nuestra visión financiera y científica a través de una metodología propia que emplea análisis fundamental, momentum y técnicas cuantitativas” sobre diferentes horizontes temporales.
Además, el sector de la biotecnología apenas tiene correlación con la macro global. Los años 2008 y 2009, cuando comenzó la mayor crisis financiera de la historia, esta apenas supuso “una piedra en el camino”. La corrección del sector fue mínima comparada con los mercados generales.
Cuesta y Martínez llevan tres años probando este modelo y sistema de inversión y, desde 2017, tienen su dinero invertido en esta estrategia. Cuesta ha pasado por el hospital Albert Einstein College of Medicine y la escuela de Medicina de Monte Sinaí en Nueva York y ha sido director asociado en Touchstone Clinical Research, en el desarrollo de ensayos clínicos. Por su parte, Martínez ha trabajado en el sector financiero en bancos de inversión como JPMorgan o Goldman Sachs, y en Magnum Capital en capital riesgo. En su opinión, “la gestión activa de biotecnología no la puede hacer un gestor tradicional, por la idiosincrasia del sector”.
BIOTECNOLOGÍA, UNA GRAN OPORTUNIDAD
La biotecnología es una ciencia que, mediante el uso de la biología molecular y la ingeniería genética, permite mejorar el entendimiento de los sistemas biológicos y con ello desarrollar productos que sirvan como solución a enfermedades. Empezó a despuntar en la década de 1980 pero fue a partir de los inicios del año 2000, con la culminación del proyecto del Genoma Humano, cuando se dio el gran salto cualitativo y cuantitativo. Según el Foro Económico Mundial, la biotecnología está en el despegue de la cuarta revolución industrial, y todavía tiene “un amplio margen de mejora.”
Según Abante, el fondo será comercializado entre un grupo selecto de clientes, ya que a todos no les encaja o no comprenden este tipo de activo. En una primera fase, su patrimonio objetivo son los 20 millones de euros. En una segunda, intentará ganar volumen (más de 50 pero menos de 100 millones) sin llegar a ser un superventas.
La idea del lanzamiento del Abante Biotech Fund tiene que ver con la longevidad. “Supone una cobertura natural para el dinero que necesitaremos en el futuro, en un contexto de vidas cada vez más largas”, hacia los 100 años, según Santiago Satrústegui, presidente de Abante. La otra alternativa para invertir en biotecnología sería a través de índices, pero en ese caso están muy sesgados hacia las grandes empresas, recuerda Joaquín Casasús, director general de la gestora de Abante.