La gestión pasiva garra terreno a un ritmo apabullante. Para muestra, el principal índice bursátil de Wall Street.
Hace un año, Banca March presentó en sociedad Next Generation, un nuevo servicio de gestión discrecional con una cartera compuesta por tres megatendencias de futuro.
Inversis Banco también ofrecerá cuentas ómnibus a los fondos españoles. Este tipo de cuentas globales, que son una demanda histórica de los fondos independientes para entrar en el circuito de distribución de los grandes bancos y para poder vender en el extranjero, están habilitadas por la normativa española desde 2011, aunque hasta 2018 no se empezaron a usar por faltarles un requerimiento legal que, en la práctica, las hacía inservibles.
Los tipos bajos seguirán un año más en los principales países y, para combatir la rentabilidad menguante del mercado financiero tradicional, la sociedad de valores Diaphanum aconseja tener hasta un 25% de la cartera en activos alternativos, de los cuales un 15% deberían ser ilíquidos para extraer la correspondiente prima por no cotizar.
El capital riesgo en España ha cerrado el mejor año de su historia en términos de inversión, pero quiere crecer más.
A contracorriente, para lo bueno y lo malo. Smart Social Sicav, la primera institución de inversión colectiva nacida íntegramente de las redes sociales, se ha pegado el batacazo por sus fuertes apuestas bajistas en 2019, con una caída del -20%.
Uno de los fondos más famosos de España, el Global Allocation de Luis Bononato, se cierra a nuevos inversores por el riesgo de sus derivados.
Un 75% de las sicav corre peligro tras el cerco que PSOE y Unidas Podemos les han puesto en su acuerdo de Gobierno progresista.