Los sustos que están viviendo los inversores en estos últimos compases de 2021 están llevando a algunos expertos a 'endurecer' su visión para el próximo 2022. Lo que es seguro es que enero no va a ser un mes fácil en absoluto, aunque los hay que van más allá y creen que toda la primera parte del año que estamos a punto de estrenar va a ser complicada.
Hay varios elementos que generan incertidumbre actualmente y que van a seguir haciéndolo en el comienzo de año. El primero de ellos, evidentemente, es el virus. Ómicron lo ocupa todo, la tensión se está elevando a niveles impensables hace nada y la incertidumbre es el factor dominante.
Declaraciones como la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con frases del tipo "un evento cancelado es mejor que una vida cancelada", al referirse a la Navidad, no contribuyen a que el escenario se calme. Ciertamente se han disparado los contagios y hay un gran temor a que vuelva la presión sobre los sistemas sanitarios. Pero son muchos los que insisten en que la gravedad de la nueva cepa es limitada, y también hay quien piensa que las medidas restrictivas no servirían de mucho cuando la mayoría de la gente ya las está tomando de manera voluntaria. "Es difícil ver qué se conseguiría con un nuevo bloqueo en este momento", reconocía este martes el director de análisis de CMC Markets en Londres, Michael Hewson.
Debates aparte, lo cierto es que 2021 termina con el virus en el centro de todo, igual que terminó 2020, y con la amenaza de la imposición de nuevas limitaciones que a su vez amenazan con atenazar aún más la recuperación económica, especialmente en Europa.
El segundo elemento que lleva a plantear que "2022 viene con mucha incertidumbre", tal y como sostiene Chris Iggo, CIO Core Investments de AXA IM, es la inflación. El problema, precisa, es que otra tanda de restricciones sanitarias podría prolongar las presiones de precios inducidas por el lado de la oferta.
"El año que viene se endurecerán las condiciones de política monetaria. (...) El riesgo es que los mercados no están valorando adecuadamente el próximo ciclo, lo que es comprensible ya que nunca hemos experimentado un crecimiento post-pandemia y un resurgimiento de la inflación en los tiempos modernos", indica Iggo.
El tercer elemento de presión para el nuevo año es la geopolítica, y "el hecho de que varios líderes en varias democracias occidentales están en apuros". Así, desde AXA IM destacan las caída de popularidad del presidente de EEUU, Joe Biden, quien ahora está enfrentándose además al bloqueo de su plan de infraestructuras. También se refieren a la delicada situación del primer ministro británico, Boris Johnson, o a las "duras elecciones" a las que se enfrenta Emmanuel Macron en Francia. Además, hacen alusión al hecho de que el Gobierno alemán sea "nuevo", con todo lo que ello implica al enfrentarse a la dura realidad, mientras que a Mario Draghi parece apetecerle cambiar el cargo de primer ministro de Italia por el de presidente.
