¿Por qué Vanguard, rey de los ETF y la creación de Bogle, aún no ha explotado en España?

Llegó más tarde que la competencia, no da retrocesiones a la banca y el 'no' de Hacienda a los ETF, sus frenos

  • Su fundador, John Bogle, ha fallecido a los 89 años
jonh bogle
John Bogle, fundador de Vanguard

El legado de John Bogle es alargado. Ha ‘democratizado’ la inversión, bajando los costes de los fondos, y la ha hecho comprensible para muchos ahorradores, siendo el padre de la gestión pasiva y el fundador de la mayor gestora del mundo en fondos indexados. Sin embargo, Vanguard no ha terminado de explotar en España. Llegó más tarde que otros competidores, la banca le ha abierto la puerta solo a medias por no dar retrocesiones y quien sí lo ha hecho, los roboadvisors, aún tienen un volumen muy pequeño. Hacienda ha sido su último freno, al no equiparar fiscalmente ETF y fondos.

Con cinco billones de dólares bajo gestión, Vanguard es la segunda mayor gestora del mundo. Sólo le supera BlackRock, con casi 6,5 billones, según Willis Towers Watson. Pero les diferencia un punto muy importante. Mientras que Vanguard únicamente ofrece fondos pasivos, BlackRock tiene tanto fondos pasivos como activos.

En España, sin embargo, las diferencias son mayores y el orden otro distinto cuando se trata del ranking de gestión pasiva. Vanguard es la quinta mayor gestora, con 2.995 millones de euros, y tiene por delante a DWS (de Deutsche Bank, 3.198 millones), Amundi (4.217 millones), Lyxor (de Société Générale, 6.300 millones) e iShares (de BlackRock, 16.175 millones), con datos a junio de 2018 recogidos por Funds People.

La gestora fundada por Bogle lleva cuatro años en España, desde 2015. Sin embargo, el líder del mercado, iShares, registró sus ETF en nuestro mercado hace nueve años, en 2010, y ya lleva el doble de tiempo.

El coste medio de los fondos de Vanguard es del 0,11%. Es su gran reclamo: hacer lo mismo que hace el mercado a un precio muy bajo. Apto para todos los públicos. Pero en España la gran banca le ha abierto la puerta solo a medias. Su ‘pecado’, desde el punto de vista de los bancos, es no conceder retrocesiones por vender sus fondos, es decir, no ceder al banco distribuidor una parte de la comisión de gestión como sí se hace con el resto de fondos. Pero es que, con una comisión tan baja, esta petición de reparto se antoja difícil de cumplir.

Por eso, los bancos y también las grandes aseguradoras no han hecho llegar los productos de Vanguard a sus clientes finales, que apenas saben de su existencia. Sus ETF son utilizados, sobre todo, en fondos de fondos o fondos perfilados de las grandes casas, para rellenar los huecos en activos donde las gestoras locales no llegan por desconocimiento o no son tan eficientes como el mercado, caso de Wall Street.

Precisamente, quienes sí se han apalancado en Vanguard, sus capacidades y sus precios competitivos son los roboadvisors, que se dirigen al cliente minorista con la mente puesta en la sencillez gracias a la automatización de la inversión. Firmas como Finizens, Indexa Capital o Finanbest usan los fondos indexados de Vanguard, mientras que InbestMe se decanta por sus ETF. Pero todos estos proyectos adolecen de que son nuevos y todavía no tienen una masa crítica de patrimonio y clientes.

Para Finizens, Bogle ha sido “un hombre visionario al que mostramos todo nuestro respeto y admiración”. Como recuerda el roboadvisor español, “cambió la vida de cientos de millones de inversores ideando un producto de inversión más eficiente gracias, sobre todo, a una considerable y constante reducción de los costes, cambiando así para siempre los fundamentos de la industria financiera e impulsando al sector a una imparable tendencia hacia la optimización”.

HACIENDA, EL ÚLTIMO DE LOS FRENOS PARA VANGUARD Y OTROS PASIVOS

El pasado octubre, Hacienda dio un palo a los ETF. Negó la posibilidad de que tributen como los fondos de inversión no cotizados o los planes de pensiones y, por tanto, los ETF no podrán llegar al inversor final mediante compra directa y seguirán siendo tratados fiscalmente como las acciones comunes. Aunque hace dos años la Dirección General de Tributos respondió a una consulta del sector de la inversión que los ETF podrían traspasarse y diferir su tributación al igual que los fondos, el Ministerio de Hacienda confirmó finalmente que no será así.

Bancos mayoristas como Allfunds o Inversis habían habilitado en sus plataformas durante los últimos meses soluciones para que las entidades financieras que se dirigen a clientes minoristas pudieran facilitar a sus clientes ETF de forma directa o mediante contratos de gestión de carteras. Incluso, Diaphanum ya se había lanzado a la piscina con su primer ETF.

Pero tras el no de Hacienda, las entidades han desechado vender ETF a clientes finales. Diversas firmas consideran que no es un mercado muerto, pero sí con bajo potencial de crecimiento. Vanguard, como otros proveedores de gestión pasiva, tendrán que seguir como hasta ahora, dirigiéndose al cliente institucional. Y Vanguard, mientras tanto, seguirá desde el pelotón a los dos líderes, Lyxor e iShares. Pero el legado a Bogle nadie se lo podrá discutir.

Noticias Relacionadas
contador