Las grandes gestoras internacionales están dando una vuelta a su forma de invertir en renta variable. De invertir por geografías, por capitalización o por sectores, como siempre han hecho, los expertos están reorientando su enfoque en bolsa hacia las temáticas o las megatendencias. La comida, el envejecimiento de la población, la movilidad, la educación, la seguridad cibernética o el agua son algunas de ellas. Su objetivo es doble: reducir riesgo y ganar más a largo plazo, subiéndose al tren del futuro.
Las temáticas de inversión o las megatendencias se han puesto de moda, pero no son pasajeras. “Los inversores han estado expuestos en los últimos tres años a sectores con bajo rendimiento”, de ahí la necesidad de invertir en bolsa con este nuevo enfoque, asegura Vafa Ahmadi, director de Renta Variable Temática Global en CPR Asset Management, boutique propiedad de Amundi.
Varios factores explican el nacimiento de una megatendencia: los desafíos demográficos y sociales, los cambios económicos, los retos medioambientales y la revolución tecnológica.
En opinión de Ahmadi, “lo único cierto es que vamos a tener un recálculo del precio de la volatilidad en los mercados” este año y, por regla general, las megatendencias funcionan de forma descorrelacionada con las bolsas. Para reducir los vaivenes de una cartera en un 2019 que enfrenta numerosos riesgos geopolíticos tras un nefasto 2018 en los mercados, el peor año desde Lehman Brothers, el experto aconseja invertir en temáticas como la cadena de valor de los alimentos o el envejecimiento poblacional y la salud.
ESTRATEGIAS ANTIVOLATILIDAD…
El crecimiento de la población mundial, el desarrollo económico y la urbanización están empujando a una mayor demanda de comida y agua y están transformando los hábitos alimenticios. “A causa de estas adaptaciones masivas, se necesita producir más alimentos con menos recursos y sin causar daños al medioambiente”, recuerda Ahmadi. Como en otras áreas, su equipo implementa una estrategia multisectorial, tomando posiciones “desde las granjas hasta los tenedores”, en compañías agrícolas, procesadores de comida y bebida, cadenas de supermercados o restaurantes.
La otra gran baza reductora de riesgo es el envejecimiento de la población y todo lo que conlleva. En 2015, había 900 millones de personas en el mundo con 65 o más años, pero esta cifra crecerá hasta más de 2.100 millones en esa franja de edad para 2050, según las estimaciones. En 2020, el poder de compra de los consumidores con más de 60 años alcanzaría los 15 billones de dólares a nivel global. Para jugar esta realidad, CPR invierte en empresas farmacéuticas, de seguridad, de equipamientos médicos, de residencias, aseguradoras y gestoras de activos e, incluso, de turismo.
… Y DE CRECIMIENTO A LARGO PLAZO
Entrar en los parqués con mentalidad temática ayuda a reducir riesgo en cartera, pero también impulsa su rentabilidad a largo plazo. Para subirse al tren del futuro y monetizarlo con éxito, Robeco ha lanzado recientemente una nueva estrategia específica de movilidad inteligente y, en concreto, sobre la electrificación del sector del transporte.
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BNP recomienda estructurados y fincas rurales para inversores conservadores“Las regulaciones anticontaminación más estrictas a nivel mundial, así como los avances tecnológicos están allanando el camino para vehículos con cero emisiones. La electrificación, la conducción autónoma y la movilidad compartida están revolucionando tanto el automóvil como los conceptos del transporte urbano”, explica Thiemo Lang, gestor de la estrategia. En 2030, una tercera parte de los vehículos nuevos que se vendan será eléctrico y se espera que el mercado total de vehículos eléctricos alcance los 1,4 billones de dólares. Con este contexto, Robeco invierte en proveedores de componentes, en la red eléctrica y la infraestructura de carga, en fabricantes de automóviles y en proveedores de subsistemas o en la conectividad y la conducción autónoma.
Según Silvia García-Castaño, directora de Inversiones de BNP Paribas Wealth Management, otras tendencias donde hay que estar con vocación de largo plazo son la industria 4.0, “la cuarta revolución industrial”, y la protección cibernética. “Optimizar costes, tiempo y recursos se está convirtiendo en una prioridad”, y esta renovada industria abarca la robótica, los objetos conectados, la inteligencia artificial, la tecnología en la nube, el big data o la impresión 3D. Derivada de la anterior, “la seguridad se ha convertido en una preocupación importante para los particulares, las empresas y los gobiernos”, y las empresas implicadas en la protección de bienes y personas, control de calidad y ciberseguridad son una buena opción de inversión.
LA EDUCACIÓN SIEMPRE ESTUVO AHÍ
La educación siempre ha sido uno de los pilares básicos de toda sociedad, y lo seguirá siendo. Por eso, Amundi se ha lanzado a por este nicho de mercado a través de CPR. La ONU ha calificado el acceso a una educación de calidad dentro de un marco de igualdad como uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y se espera que el mercado global de la educación, actualmente estimado en cinco billones de dólares, se duplique hasta 2030.
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El agua, la megatendencia donde Allianz y Fidelity 'bucean' con sus nuevos fondos“De hecho, estamos asistiendo a un continuo aumento de la población estudiantil en todo el mundo, con un creciente número de estudiantes de enseñanza superior. Este crecimiento se ve reforzado por el ascenso de la clase media, especialmente en los países emergentes. En países como China, Brasil o India, la educación es una de las principales partidas del gasto de los hogares y sus gobiernos están trabajando activamente para privatizar el sistema educativo”, señalan Guillaume Uettwiller y Yasmine de Bray, responsables del fondo. Este producto invierte en empresas de gestión escolar, acreditación profesional, edición y distribución de contenidos educativos y profesionales, tecnología educativa, alojamiento para estudiantes, catering o financiación para los estudios y los materiales.
Temáticas o megatendencias de inversión hay muchas y cada vez son más fáciles de agrupar y aprovechar, así como más necesarias para los inversores por sus dos propiedades fundamentales: descorrelación de los mercados y mayor crecimiento a largo plazo. Además de las anteriores, también están la lucha contra el cambio climático, el agua, el lujo o el inmobiliario cotizado, entre otras.