El entorno económico actual está marcado por la incertidumbre. El endurecimiento de las condiciones crediticias y la posibilidad de una recesión forman parte del escenario en el que los inversores tratan de buscar las mejores oportunidades para generar alfa o diversificar. En este contexto, desde Robeco recomiendan aprovechar que "el 'high yield' sigue ofreciendo más valor que la renta variable".
En estos primeros meses de 2023, los activos de riesgo han funcionado bien y las rentabilidades del 'high yield' se han comportado de un modo muy similar a las de la renta variable mundial.
Sin embargo, desde la gestora advierten que no todo son buenas noticias, ya que el rendimiento reciente indica que los bonos 'high yield' tienen ahora la cotización perfecta y esto deja menos margen para generar rentabilidades futuras mediante el ajuste de los diferenciales o para compensar el riesgo de una recesión.
Con todo, "la realidad es que el 'high yield' sigue ofreciendo una propuesta de valoración más atractiva que la renta variable, por lo que, si se es optimista respecto a los riesgos de recesión, la oportunidad permanece intacta", afirma Aliki Rouffiac, estratega en multiactivos y gestora de Robeco Sustainable Multi-Asset Solutions.
"A medida que se acerca el final de uno de los ciclos alcistas más pronunciados y rápidos, cabría esperar que los mercados empezaran a reflejar unas perspectivas más claras y uniformes, pero el entorno oscilante desde principios de año ha proporcionado escasa orientación", añade Rouffiac.
En este sentido, las expectativas apuntan a que, a partir del tercer trimestre de 2023, los bancos centrales podrían empezar a recortar los tipos de referencia, lo que suscita que la contracción económica no está lejos. Pero, por otra parte, los mercados de renta variable y de crédito aún no han valorado una probabilidad significativa de recesión este año.
Por ello, desde Robeco destacan que los diferenciales actuales son coherentes con unas tasas de impago cercanas a las medias históricas y los múltiplos de la renta variable mundial sugieren que los beneficios siguen siendo favorables y superiores a los niveles esperados antes de una desaceleración de la economía.
REAFIRMACIÓN DE LOS FUNDAMENTALES
Las subidas de tipos de interés acometidas por los bancos centrales han llevado a un endurecimiento de las condiciones crediticias, especialmente en Estados Unidos, donde la crisis bancaria y la incertidumbre en torno a las entidades regionales ha provocado que los préstamos sean menos favorables para las empresas del país.
De hecho, los expertos estiman que la posibilidad de que aumenten las tasas de impago es cada vez mayor.
A ello hay que sumarle que la Reserva Federal (Fed), a través de su política monetaria, busca enfriar el mercado laboral y, "si la tasa de desempleo aumenta hasta el 6% en los próximos 12 meses, cabría esperar que las tasas de impago subieran hasta el 8% y los diferenciales se ampliaran hasta niveles de entre 800 y 1000 puntos básicos", indica Rouffiac.
Esto no sería un buen augurio para el crédito 'high yield', según Robeco, y los diferenciales actuales de 550 puntos básicos (para el high yield global) no son a prueba de recesión.
Aunque, por ahora, en la gestora afirman que el apalancamiento sigue siendo bajo y la cobertura de los tipos alta en el espacio del 'high yield' en Estados Unidos. Lo que, a su vez, sugiere que unos fundamentales crediticios sanos siguen favoreciendo un entorno de tasas de impago menores.
No obstante, y a pesar de todo, el 'high yield' ofrece una alternativa mejor que la renta variable en cuanto a valoración, pero el riesgo asimétrico de mantener este activo durante la fase final del ciclo ha incrementado el coste de oportunidad para los inversores en multiactivos.
"La narrativa reciente favorece un cambio hacia un enfoque más prudente, con un movimiento hacia el espectro de mayor calidad del universo 'high yield' y hacia la gestión activa para filtrar la selección del crédito", concluye Rouffiac.