2024 está llamado a ser el año el que los bancos centrales empiecen a recortar los tipos de interés. Un escenario que traerá consigo oportunidades de inversión que, quizá, no se hayan visto en años. A pesar de ello, la incertidumbre ante la evolución de los precios del petróleo y las elecciones presidenciales de noviembre en EEUU, hacen que diversificar las carteras sea esencial para obtener rentabilidades. Entonces, ¿por qué sectores apostar?
"Es muy importante diversificar las carteras y tomar las decisiones de inversión con convicción, a medida que aumenta la dispersión en la rentabilidad entre empresas, clases de activos y países", afirman desde Allianz Global Investors.
Asimismo, desde la gestora también recomiendan adoptar un enfoque activo a la hora de seleccionar y gestionar las carteras, ya que "no todos los activos ofrecerán rentabilidades atractivas, sobre todo teniendo en cuenta que el dinero vuelve a tener un coste".
No obstante, debido a la falta de certeza rodea al crecimiento, la evolución de los tipos y los acontecimientos geopolíticos, la volatilidad podría instalarse de nuevo en los mercados, aunque esto podría brindar oportunidades para tomar posiciones a largo plazo basadas en convicciones sólidas.
La mayoría de los analistas esperan un 'aterrizaje suave' de la economía estadounidense y organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevén una moderación del crecimiento mundial seguida de un repunte.
"Sin embargo, en nuestra opinión, las actuales previsiones de consenso podrían resultar demasiado optimistas, por varias razones. En primer lugar, los economistas tienen fama de no ser muy hábiles a la hora de anticipar recesiones. En segundo lugar, varios indicadores adelantados siguen apuntado al posible inicio de una recesión en EEUU entre finales de 2023 y la primera mitad de 2024", comentan en la gestora.
Al mismo tiempo, la inflación se mantiene en niveles muy elevados y por encima de los objetivos del 2% fijados por los principales bancos centrales, a pesar de haber disminuido considerablemente con respecto a los máximos de 2022.
En este contexto, en Allianz GI se preguntan si los mercados están en lo cierto al prever que los principales bancos centrales no volverán a subir los tipos y que los recortes serán llamativos a partir de mediados de 2024.
"En nuestro caso, esperamos unos tipos 'más altos durante más tiempo' que los que prevé el consenso", remarcan.
Además, Stefan Hofrichter, responsable de economía y estrategia global de la gestora, añade que "a principios de 2023 asistimos a la quiebra de varios bancos, sobre todo en EEUU. Puede que lo peor ya haya pasado, pero no podemos descartar más sobresaltos. El elevado apalancamiento de la economía mundial y el aumento sostenido de los tipos son una receta para la inestabilidad financiera. Esta vez, puede haber más riesgo en las entidades financieras no bancarias que en los bancos. Teniendo todo esto en cuenta, podría ser una buena idea protegerse contra los riesgos extremos".
CALIDAD EN RENTA VARIABLE
La renta variable estará marcada en 2024 por varios factores clave como, por ejemplo, la disparidad de los mercados y las economías a escala mundial, impulsada por unas perspectivas de crecimiento y unas políticas monetarias asimétricas, y una interacción de la geopolítica con tendencias cíclicas y estructurales como la tecnología y la transición climática.
A ello le seguirá un periodo de normalización y adaptación a un nuevo mundo en el que vuelve la disciplina en la asignación del capital y se perfila un orden geopolítico incierto.
Sin embargo, la volatilidad puede ofrecer oportunidades de posicionamiento a los inversores a largo plazo y adoptar un enfoque activo para gestionar la incertidumbre a través de una cuidadosa selección de valores y construcción de carteras (que ofrezca tanto una base de liquidez como acceso al crecimiento) debería suponer lo mejor de ambos mundos.
"Los inversores pueden pensar en su cartera de renta variable como una pirámide. Es decir, por un lado, consideremos una base de estrategias multifactoriales de baja volatilidad. Por otro, la capa superior puede albergar valores de calidad, de crecimiento", explica Virginie Maisonneuve, CIO global de renta variable, de Allianz GI.
"En un mundo de política monetaria restrictiva y crecimiento más lento, la generación de flujos de caja y los balances sólidos serán clave, al igual que la capacidad de los equipos directivos para hacer frente a la volatilidad y, en algunos casos, a ecosistemas que cambian rápidamente. Por último, en la cúspide de la pirámide, se podrían incluir áreas que puedan seguir proporcionando crecimiento, ya sea mediante un enfoque que englobe varias temáticas o, en cambio, considerando temáticas individuales como la ciberseguridad, la IA, la transición climática, la seguridad alimentaria y el agua", añade Maisonneuve.
EL REGRESO DE LOS BONOS
La deuda global ha permanecido bajo presión durante gran parte de 2023, ya que los efectos de la economía post-Covid, como el aumento de los balances de los consumidores y de las empresas, han reforzado la política de los bancos centrales de 'tipos más altos durante más tiempo', lo que ha supuesto un entorno difícil para los inversores.
Un endurecimiento monetario que ha llevado a los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años a un tercer año consecutivo de rendimientos totales negativos por primera vez en la historia, pero que ha empezado a ralentizarse a medida que los bancos centrales hacen una pausa y centran la atención en los posibles recortes de tipos en 2024.
Por ello, un crecimiento económico más débil, una inflación más baja, una política monetaria y fiscal más ajustada y unas valoraciones atractivas hacen creer a los expertos de Allianz GI que la renta fija volverá a representar una oportunidad a tener en cuenta para los inversores.
"El mercado de renta fija estadounidense parece especialmente atractivo dada nuestra convicción de que la Reserva Federal (Fed) ha llegado al final de su ciclo de subidas de tipos. En Europa, tendremos que ser más pacientes antes de invertir en duración. Actualmente, los mercados no prevén más subidas por parte del Banco Central Europeo, pero no estamos del todo de acuerdo con esta opinión", asevera Franck Dixmier, CIO Global de renta fija de la gestora.
Para 2024 también ve una gran oportunidad en la renta fija asiática más allá de China, que "creemos que puede suponer un 'antídoto' contra la desaceleración mundial prevista y la volatilidad de los mercados en general".
POTENCIAL DE LA ESTRATEGIA MULTIACTIVOS
2024 puede ser el año en el que las estrategias multiactivo muestren su potencial a medida que surgen oportunidades en las distintas clases de activos.
Todas las miradas están puestas en los bancos centrales y en las tensiones geopolíticas actuales, que están constituyendo un difícil telón de fondo, por lo que es posible que la volatilidad aumente en los mercados.
De ahí que, desde Allianz GI, estimen que la diversificación será esencial, por lo que aconsejan a los inversores ser lo suficientemente ágiles como para buscar oportunidades más allá de los pilares clave de la renta fija y la renta variable.
"En periodos de elevada incertidumbre, será importante adoptar un enfoque dinámico. Esto puede significar buscar oportunidades en el mercado de renta variable a medida que se ajustan las valoraciones o aumentar la protección añadiendo estrategias de opciones, que permitan posiciones cortas y estrategias alternativas líquidas en caso de movimientos inesperados del mercado", indica Gregor MA Hirt, CIO global de multiactivos, de la gestora.
NUEVA OPORTUNIDAD EN LOS MERCADOS PRIVADOS
La economía y los mercados financieros están en proceso de transición, a medida que la incertidumbre sobre la evolución de los tipos da paso a la inquietud sobre las perspectivas económicas y la amenaza de recesión.
Y los periodos de incertidumbre pueden ser un buen momento para invertir en mercados privados.
A medida que los mercados se reajustan y los activos se revalorizan, las estrategias de mercados privados pueden ofrecer la posibilidad de centrarse en oportunidades específicas de valor relativo junto con la exposición a tendencias a más largo plazo.
"Creemos que la oportunidad más interesante de cara a 2024 se encuentra en el crédito privado, donde el perfil de riesgo-rentabilidad parece atractivo. Otra gran oportunidad potencial se encuentra en las infraestructuras, que además de sus características de protección frente a la inflación también pueden contribuir a proporcionar rentabilidades diversificadas y flujos de caja estables. Uno de los motores de la elevada demanda actual de infraestructuras como clase de activos es la transición energética", concluye Emmanuel Deblanc, CIO global de mercados privados, de Allianz GI.