La inversión de la curva de tipos ya no asusta tanto. Natixis Investment Managers, una de las mayores gestoras de Europa y en el mundo, le resta importancia: “Es una señal negativa, pero la recesión no es la conclusión inevitable”. La firma francesa descarta que Estados Unidos vaya a caer a corto o medio plazo, y más en pleno año electoral como es 2020, anima a los inversores a asumir algo más de riesgo y apuesta por la renta variable desarrollada frente a los mercados emergentes.
Con esta afirmación, Natixis se alinea con Campbell Harvey, profesor de finanzas en la Universidad de Duke y más conocido por ser el descubridor de la relación que existe entre la inversión de la curva de deuda y las recesiones. Harvey ha señalado recientemente que, aunque la curva se haya dado la vuelta, la futura crisis no será tan grave como la que se vivió en 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers. Además, las familias y las empresas ya están sobre aviso, por lo que pueden adelantarse a la recesión
A pesar del tono optimista de Natixis respecto a la curva de tipos estadounidense, Esty Dwek, la responsable de Estrategia Global de Mercados en Dynamic Solutions (la plataforma de análisis de carteras y soluciones de inversión a clientes del grupo), recuerda que “cuanto más tiempo dure invertida, más riesgo hay”. Y esto sucedió en mayo.
La gestora espera que la Fed haga un recorte más de tipos en 2019, previsiblemente en diciembre, antes de entrar en pausa. Por su parte, los mercados prevén en EE.UU. un tipo de interés del 1% en 2020. “No es habitual ver una recesión en EE.UU. en año de elecciones. Trump se esforzará por evitar una ralentización demasiado drástica”, afirma Dwek. Como factor a vigilar, la desaceleración de China, que “es lenta pero constante”, seguirá pesando en el crecimiento global.
Noticia relacionada
Las gestoras posponen la recesión 'sine die' y se lanzan a por los emergentesEn general, cree la analista de Dynamic Solutions, “es demasiado tarde para tomar riesgos extras en la cartera, pero es demasiado pronto para reducir riesgos del todo”. El coste de oportunidad de una retirada temprana del mercado podría ser alto. En promedio, Natixis tiene una ligera sobreponderación de la renta variable, y prefiere las bolsas desarrolladas a las emergentes. “Las bolsas en desarrollo son más sensibles a las interrupciones del comercio y a las caídas de la demanda global, dada su mayor exposición a la fabricación”, según Dwek, a lo que hay que sumarle la fortaleza del dólar.
En este entorno de pre-recesión, que puede alargarse hasta pasadas las elecciones americanas, la responsable de Ventas para Iberia de Natixis IM, Almudena Mendaza, apuesta por tres fondos de distintas boutiques del grupo francés: el DNCA Invest Alpha Bonds, un retorno absoluto de renta fija; el Loomis Sayles Short Term Emerging, con un enfoque conservador dentro del universo de bonos emergentes y “sin emisiones de países inestables como Argentina o Venezuela”, y el Thematics Safety Fund, de renta variable global especializado en compañías de seguridad física o digital.
LOS CLIENTES DE BANCA PRIVADA HUYEN DE EUROPA
Natixis IM ha presentado su último barómetro de carteras españolas, con datos a cierre del segundo trimestre. De este informe se desprende que los clientes de banca privada están huyendo de Europa. En renta variable, han crecido las inversiones en Wall Street, en acciones globales y en empresas de estilo ‘growth’, si bien han dado un paso atrás en los parqués de Europa y los mercados emergentes. En renta fija, tres cuartos de lo mismo: más dinero a EE.UU., a bonos globales y a bonos de alto rendimiento (‘high yield’), con flujos de salida de los bonos de gobiernos europeos, de la renta fija euro a corto plazo y de la deuda emergente. En el ámbito del retorno absoluto, están ganando peso las estrategias ‘long-short’ de deuda y los fondos de multiestrategias, en contraposición a la renta variable ‘global macro’.
Noticia relacionada
La nueva gestora temática de Natixis aspira a 5.000 millones tras 'pescar' en Pictet a su equipoEl barómetro de Natixis refleja no obstante un mayor apetito por el riesgo entre los inversores a medida que ha avanzado el 2019. “Han querido recuperar parte del tiempo perdido, cuando salieron tras la fuerte corrección de 2018 y no aprovecharon el rally de los primeros meses de este año”, explica Juan José González de Paz, consultor sénior de Dynamic Solutions.
Como orientación, los clientes españoles de banca privada tenían en junio un 46,1% de su cartera -la moderada- en renta variable, por un 40,8% en renta fija. También contaban con un 3,4% en fondos mixtos, un 8,1% en activos alternativos y solo un 0,4% en activos reales. En esa fecha, la liquidez o la inversión en activos monetarios alcanzaba el 1,3% en la cartera moderada, un porcentaje que oscilaba entre el 0,3% de la cartera más agresiva y el 3,9% de la cartera más conservadora. En los tres supuestos, era un nivel relativamente bajo.