Los recelos siguen en el mercado. A ojos de todo el mundo, las grandes gestoras internacionales mantienen la calma y su pronóstico de que la recesión llegará en 2020 ó 2021 sigue vigente, aferrándose ahora a la prolongada ayuda de los bancos centrales. Sin embargo, de puertas adentro, temen un ‘shock’ fuerte o repentino y están reduciendo riesgo en sus fondos de forma drástica, llevando gran parte de su patrimonio a liquidez o a bonos corporativos de “muy alta calidad”, sobre todo en Europa. M&G o Amundi han sido de las últimas en reconocerlo.
La Fed de Nueva York da una probabilidad del 27% a una recesión. “No es una probabilidad baja y sus estimaciones son las más creíbles”, aseguró hace unos días en una presentación ante la prensa el director de Inversión de Renta Fija de M&G, Nicolo Carpaneda. El resto de modelos sobre los que trabajan las grandes firmas de inversión dan una probabilidad a la recesión de entre el 0% y el 45%.
Al experto de M&G le preocupan varios aspectos del mercado actual. Carpaneda cree que la segunda mitad del 2019 será buena, pero tiene “miedo” por el 2020. En noviembre del próximo año, tienen lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos. “Si Donald Trump es reelegido y sigue negociando tarifas comerciales con otros países, en tres o cuatro trimestres podríamos ver una recesión en Europa”, prevé. Otro riesgo a tener en cuenta es la política monetaria de los bancos centrales y su repercusión en las empresas.
Diversos estudios de Morgan Stanley aseguran que, en los últimos 20 años, cuando la Fed americana ha hecho una pausa en su ciclo de subidas de tipos, tres trimestres después los mercados de crédito lo hicieron mal. No obstante, M&G está comprando renta fija corporativa hoy por hoy. “Estamos adquiriendo bonos de más y más calidad en los segmentos de deuda donde queremos comprar. La economía va bien, los bancos centrales nos apoyan, pero si algo malo ocurre, estamos protegidos”, justifica Carpaneda, que deja la puerta abierta a un posible ‘shock’.
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Amiral Gestion: "Con dinero gratis, hay empresas en Europa que son zombies"Amundi también muestra sus cautelas. En sus carteras, está infraponderando a la bolsa para reasignar ese dinero a la liquidez en dólares y, especialmente, a los bonos de empresas europeas con grado de inversión. “No visualizamos subidas de tipos y hay soporte. El crédito es el reducto de valor para la segunda mitad de 2019”, ha indicado Víctor de la Morena, director de Inversiones de su filial ibérica, en una presentación sobre perspectivas económicas y asignación de activos. “Las compañías se siguen financiando barato, no hay riesgo de quiebras pese a estar los niveles de ‘default’ en mínimos y ahora los inversores necesitan ‘carry’ (altos cupones o dividendos) en sus carteras”, apunta.
Con el bono alemán a diez años en niveles por debajo del -0,30%, “no vistos nunca”, según Amundi, las gestoras se lanzan a por bonos del estilo de Nestlé, que puedan dar un interés de entre el 0,50% y el 1,50%. En el caso de M&G, está entrando en bonos del sector utilities, que tienen un flujo de caja conocido de parte de los clientes, y en bonos del sector de automóviles, donde empresas como Renault, Fiat Chrysler o Daimler están a caballo entre el grado de inversión y el alto rendimiento con intereses del 3% ó el 4%.
DEUDA SUBORDINADA DE LOS BANCOS Y BONOS ESPAÑOLES
Tanto la gestora británica como la francesa apuestan por la deuda subordinada financiera europea. “Una cosa es que los bancos vayan mal, y otra distinta es que tengan un problema de solvencia”, contrapesa De la Morena. Según Carpaneda, en los dos o tres grandes bancos de cada país de la periferia europea, se pueden obtener rentabilidades de entre el 2% y el 6% en sus bonos Lower Tier 2.
Más allá de los bonos corporativos, la deuda pública española es de lo poco que se salva entre los bonos de gobierno. Amundi favorece España frente a Italia, y también frente a Portugal, que “ha corrido mucho”. Como recuerda su director de Inversiones para Iberia, “el resultado de las elecciones en España se ha entendido muy positivamente desde fuera”, ya que “a los inversores internacionales no les importa el partido que gobierna, pero sí que va a hacerlo con más fuerza y estabilidad que antes”.