Horos va camino de cumplir su primer año de vida, pero sus primeros compases en 2018 no han sido tan satisfactorios como el sector de los fondos se esperaba. La firma no ha captado tanto dinero como se llegó a anticipar a pesar de la fama de sus gestores y el mercado le ha puesto la zancadilla nada más empezar. Pero sus responsables lanzan un mensaje esperanzador: el potencial de revalorización de su cartera internacional es del 140%, el mayor desde 2014. Y en Iberia se sitúa en el 68%, donde se la juegan a las empresas familiares.
La industria pronosticó que, dado el buen hacer de Javier Ruiz, Alejandro Martín y Miguel Rodríguez en su casa anterior (Metagestión) al frente de los fondos Metavalor y Metavalor Internacional, en poco tiempo serían capaces de superar en Horos los 100 millones de euros bajo gestión, y por ahora solamente van por los 45 millones. Además, sus fondos pierden entre un 7% y un 13% desde inicio.
Sin embargo, los gestores, que son los socios mayoritarios de la compañía, siempre han relativizado las proyecciones que el sector ha hecho de ellos: “Estamos muy contentos a pesar de los malos resultados iniciales. Hemos captado más de lo que nosotros mismos calculamos y todo ello sin retroceder comisiones. Este es el proyecto de nuestra vida y queremos hacerlo bien”, han asegurado a Bolsamanía.
En 2019, han empezado con buen pie. El Horos Value Internacional gana más de un 9% y el Horos Value Iberia supera el 6%. Han aprendido de sus fallos y, por eso, han reculado en su posición en OHL, que ha salido de sendos fondos, considerada la ingeniería y constructora como “error de inversión”. “En su inicio, se trataba de una inversión tan fácil y tan clara que, como se terminó demostrando, era demasiado buena para ser verdad”, justifica su director de Inversiones.
Sin embargo, el problema en OHL ha resultado ser sus directivos. “Por muy elevado que sea el margen de seguridad de una inversión, los números pueden engañarnos si están inflados por la compañía, aprovechando la normativa contable, u ocultan información relevante al mercado. No podemos controlar si los números son falsos. Lo que sí podemos controlar es con qué equipos directivos nos asociamos”, indica Ruiz, que hace autocrítica y se obliga a sí mismo y a los suyos a ser “mucho más exigentes” con la reputación de los directivos de las empresas en las que invierten.
TODO O NADA A LA EMPRESA FAMILIAR EN ESPAÑA Y PORTUGAL
Para recuperar el terreno perdido, y con las correcciones producidas el año anterior en las bolsas, Horos empieza el 2019 cargado de pequeñas compañías familiares en su fondo ibérico, que está repartido casi tres cuartas partes en España y un 22,5% en Portugal.
Tiene un 70% del patrimonio en este tipo de empresas, algunas como Meliá Hoteles, Semapa, Aperam, Catalana Occidente o Sonae Capital. También tiene un 15% en compañías “olvidadas u odiadas”, como Ercros o Renta Corporación. Según sus gestores, “las grandes compañías continúan a valoraciones elevadas” y por eso se están centrando en las pequeñas y medianas. Sus últimas incorporaciones son Gestamp y Greenalia. Además, mantienen en la cartera ibérica una liquidez reducida.
En su fondo internacional, sin embargo, las temáticas jugadas son más diversas: un 27% en materias primas, un 19,5% en emergentes “olvidados”, un 14,5% en plataformas con efecto red, un 11,9% en empresas relacionadas con el Brexit y el resto son otras temáticas variopintas.
Geográficamente, el Horos Value Internacional tiene tres pilares. Un 54% de su patrimonio se encuentra en Europa (zona euro y Reino Unido, sobre todo, aunque también Rusia), mientras que un 21% está en Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) y cerca de un 23% en Asia.