El mercado sigue respirando miedo a la iliquidez tras los casos recientes de los fondos de Woodford y H2O (Natixis). En este caso, han sido las propias gestoras europeas a través de su patronal, Efama, quienes han salido al paso del producto estrella: los ETF. Quieren despejar las dudas que tiene el BCE acerca de estos fondos cotizados y su argumento es “la profundidad de su mercado secundario”.
En su Revisión semestral de Estabilidad Financiera de noviembre de 2018, el BCE hacía hincapié en la liquidez y los riesgos de contraparte de los ETF. El propio vicepresidente del organismo europeo, el español Luis de Guindos, reconocía que le dan miedo los posibles shocks que puedan llegar y ponía en tela de juicio la capacidad de la economía del viejo continente para absorberlos. A esta preocupación, Efama ya hizo una primera defensa en febrero, en lo que tiene que ver con el apalancamiento de los fondos: “No ponen en riesgo la estabilidad financiera”.
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El fondo de H2O (Natixis) más vendido en España tiene 370 millones, pero el 'dudoso' se salvaAhora, la patronal de las gestoras europeas, si bien reconoce el creciente interés de los reguladores en los ETF como un producto atractivo para una audiencia de inversores cada vez mayor, cree que “algunas de las preocupaciones regulatorias que se expresan en torno a los ETF están fuera de lugar”.
En un comunicado oficial, Efama destaca que “un indicador clave, pero que a menudo se pasa por alto”, para apreciar la resistencia de la liquidez de los ETF es la profundidad de su mercado secundario. Esto actúa como una “capa adicional de liquidez” en comparación con los fondos tradicionales. “La evidencia confirma que, tanto para los ETF de renta variable como para los de renta fija, el mercado secundario ha amortiguado en gran medida el impacto de los shocks repentinos, sin afectar a la capacidad de los inversores para amortizar sus acciones ni la de los distribuidores (conocidos como participantes autorizados) para comercializar los valores subyacentes”, esgrime la asociación.
Un ejemplo es lo sucedido con el Brexit y los mercados financieros. Según la patronal de los fondos europeos, el mercado secundario de un ETF puede comerciar varias veces el volumen del efectivo subyacente. Se dio el caso con el iShares FTSE 100 UCITS ETF, de BlackRock, cuando el 24 de junio de 2016, inmediatamente después del resultado del referéndum del Brexit, el mercado secundario registró volúmenes superiores a los 500 millones de dólares sin un solo reembolso de los participantes autorizados en el mercado primario. Tales órdenes de magnitud han sido confirmadas posteriormente por otros episodios del mercado, relacionados con las negociaciones del Brexit.
BESTINVER ALERTA DE LA ILIQUIDEZ EN LOS FONDOS ESPAÑOLES
Al mercado le ha entrado el miedo con la iliquidez de los fondos tras los escándalos en la City londinense de las boutiques Woodford, ‘pillada’ en small caps británicas muy ligadas al Brexit, y H20 (del grupo francés Natixis), en problemas por tener bonos de un controvertido empresario alemán. El miedo a una recesión como la de 2008 no hace sino agrandar el pánico. En su última carta trimestral, el director general de Inversiones de Bestinver, Beltrán de la Lastra, alerta del “desdén” con el que algunos gestores tratan el riesgo de iliquidez en España, de los que dice -sin dar nombres- que a este problema le dan “poca importancia”.
“Tener claro que las compañías en las que invertimos deben mantener un perfil de liquidez acorde con la liquidez del fondo es crítico. Invertir en compañías en las que podemos tener un porcentaje elevado y desproporcionado del total de su capitalización puede provocar efectos indeseados sobre la rentabilidad de nuestras carteras, tanto en el momento de construir las posiciones (empujando su precio al alza) como, sobre todo, en el momento de las reducciones (empujando el precio a la baja)”, argumenta De la Lastra.