En el verano de 2018, Grecia abandonó la etapa más dolorosa de su historia económica moderna. Ocho años y tres rescates después, el país heleno comenzó a andar por sí mismo y recuperó su soberanía económica. Ahora, tras los grandes esfuerzos empleados para salir adelante, llegan las ‘recompensas financieras’. La primera de ellas, con una gran carga simbólica. La agencia alemana de ratings Scope ha subido un escalón la calificación de la deuda griega, con perspectiva positiva. Además, las gestoras internacionales vuelven a comprar sus bonos y también las acciones de algunas de sus compañías.
Scope ha subido el rating del bono griego a largo plazo de B+ a BB- y su decisión está respaldada por tres factores. El país heleno tiene un importante colchón de tesorería de alrededor de 27.000 millones de euros desde finales de 2018, que “cubre plenamente los vencimientos de la deuda pública hasta 2022”, según la agencia, quien augura que “debería apoyar el actual retorno de Grecia a la financiación de mercado”.
El segundo de ellos es una deuda pública más sostenible a medio plazo. Scope prevé que la deuda de Grecia se reduzca en el tiempo, situándose en torno al 145% del PIB en 2024. Además, el gobierno de Alexis Tsipras ha tomado “las medidas necesarias” para cumplir con todos los compromisos específicos de reforma con la ‘troika’ mediante la implementación de una serie de medidas “políticamente desafiantes”, como las califica Scope, incluyendo privatizaciones, reformas del sistema de salud y cambios en las leyes de insolvencia del sector privado para apoyar la estabilidad del sector bancario. Sumado a esto, el país balcánico también se beneficia de un mayor impulso del crecimiento frente a los países de la región. Scope prevé un mayor crecimiento del PIB real, con una media del 2,5% en el período 2019-2020, seguido de una moderación de alrededor del 1,5% hasta 2024.
En 2018, el PIB heleno creció un 1,9%, según Eurostat. Y, como recuerda Maud Minuit, responsable de Renta Fija de La Française AM, por primera vez en 15 años, Grecia podría registrar un crecimiento en torno al 2% durante tres años consecutivos, lo que “demuestra una considerable resistencia a la desaceleración económica de la eurozona durante el último ejercicio”.
Según esta gestora, Grecia ha regresado a los mercados de bonos y debería lanzar nuevas emisiones este año, dado el nivel de rendimiento, un 3,50% en el bono a diez años. “En vista de los fundamentos positivos y del atractivo de los rendimientos de los bonos griegos, con una volatilidad en niveles estándar, la deuda griega presenta oportunidades reales de inversión”, asegura Minuit.
UN EJERCICIO DE SELECCIÓN ENTRE LAS ACCIONES GRIEGAS
Algunos gestores ya invirtieron años atrás en compañías griegas cotizadas en bolsa, aun estando el país bajo rescate. Gestores value como Iván Martín, de Magallanes Value Investors, aprovecharon los precios ‘de rebajas’ y tomaron posición. En el caso del gestor español, invirtió en Mytilineos Holdings, en la que entró en 2015 en plena crisis del euro con un posible Grexit. Es el mayor operador nacional de energía, uno de los productores de aluminio “más eficientes de Europa” y también cuenta con otros proyectos de ingeniería, resumía el propio Martín a finales de 2017.
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Grecia termina con éxito el rescate y recupera su independencia financieraOtra gestora value que ahora da mucha importancia a las empresas helenas es Amiral Gestion, en especial a las pequeñas cotizadas. En su estrategia de pequeñas y medianas compañías, las cotizadas griegas pesan casi un 8,5%, con una importancia similar a las de Italia, Suecia o Alemania, con pesos entre el 9,5% y el 11%. Sin embargo, la firma no tiene en esta estrategia empresas españolas o portuguesas, y tiene muy pocas británicas (casi un 2,5%).
“Las compañías griegas que tenemos en cartera no son muy dependientes de la economía griega. Al contrario, son muy exportadoras y, además, están a una muy buena valoración”, esgrime Bastien Goumare, gestor de Amiral y especialista en small & mid caps europeas. No obstante, el experto puntualiza que el fondo no asigna su capital en función de la macro griega, sino que hace apuestas concretas en base a los fundamentales de las empresas y su calidad en la gobernanza corporativa.
Pero ahora se han dado varias circunstancias que han facilitado el resurgimiento de las empresas griegas: mejora económica del país, subida de rating de la deuda, precios todavía de derribo en la bolsa y compañías con negocios sólidos, bien saneadas y con barreras de entrada.
El referente de Amiral en Grecia es Iktinos Hellas, un grupo de operadores de canteras de mármol blanco. El 70% del capital es familiar y las exportaciones suponen un 95% de su actividad, con China como gran demandante, así como otros países emergentes. Además, el grupo se está beneficiando de las restricciones de producción en Italia.