Los fondos de inversión siguen buscando fórmulas para paliar los reembolsos que está dejando en el sector la crisis del coronavirus. En un primer momento, muchas gestoras activaron sus protocolos de ‘swing pricing’, y ahora barajan la posibilidad de introducir cargos por dilución, para los grandes inversores que con sus entradas y salidas mueven por sí solos las carteras, o un valor liquidativo dual.
Uno de los mecanismos más habituales para desincentivar las retiradas de dinero y mantener la visión de largo plazo del partícipe en el fondo pase lo que pase en el mercado son las famosas comisiones de reembolso, temporales o durante toda la vida de la inversión. Estas comisiones pueden verse en los fondos garantizados o en los fondos con objetivo de rentabilidad, pero no son tan normales en el resto de fondos, los que siempre están abiertos y tienen una gestión activa. “Los buenos fondos ponen comisiones de entrada, no de salida. En los malos fondos, ocurre lo contrario, tienen comisiones de reembolso y no de suscripción, o tienen las dos”, apunta un asesor financiero.
En un reciente informe del IEB sobre Reflexiones Jurídicas y Financieras Pos-Covid-19, el profesor del máster en International Finance y asesor sénior de Grant Thornton, Carlos Fernández, explica algunas otras soluciones que las gestoras españolas están estudiando y que en otros países ya se implementan. Una de ellas son los cargos o ajustes por dilución (‘dilution levy/adjustment’), que se aplican cuando se producen entradas o salidas de grandes inversores en los fondos, para evitar que los partícipes que quedan en el fondo carguen con los costes del rebalanceo de la cartera.
Así, el cargo de dilución (‘dilution levy’) se aplica exclusivamente al inversor grande que produce la necesidad de un rebalanceo importante. Sin embargo, el ajuste de dilución (‘dilution adjustment’) se aplica a todos los inversores que suscriben o reembolsan el fondo el mismo día que un gran inversor lo suscribe o reembolsa.
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El BdE vigila la liquidez de los fondos y aboga por un corralito si hubiera ventas masivasSegún un análisis de Morningstar de hace varios años, los costes de dilución se aplican más comúnmente cuando los fondos están invertidos en clases de activos menos líquidas como, por ejemplo, fondos inmobiliarios o fondos de bonos corporativos, “a pesar de que desde la crisis anterior [en referencia a 2008], los fondos inmobiliarios suelen tener unos niveles de liquidez muy elevados para cubrir unos mayores reembolsos”. Tras la fuerte caída vista el pasado marzo en los mercados, que provocó que muchos bonos privados no tuvieran contrapartida y los diferenciales se dispararan, se está analizando cómo llevar esta fórmula a la práctica. En el análisis de Jeremy Beckwith, director of Manager Research para Morningstar UK, se anticipaba que “los mercados emergentes y las compañías de pequeña capitalización son otras áreas donde la crisis de liquidez podría aparecer en el futuro”.
Entre otros factores, Beckwith creía que, “en una sociedad cada vez más litigante y regulada, los inversores en fondos pueden volverse más reivindicativos con respecto a sus derechos de ser protegidos de las actividades de los inversores entrantes y salientes”, al tiempo que “los reguladores serán propensos a comportarse de una manera defensiva e imponer más tasas de dilución de lo necesario”. Estos cargos o ajustes por dilución son una práctica común entre las gestoras del Reino Unido o en Luxemburgo, las dos grandes plazas financieras de Europa para los fondos.
EL VALOR LIQUIDATIVO (O PRECIO) DUAL
En el informe del IEB, Fernández también pone sobre la mesa otra herramienta para paliar los reembolsos: el valor liquidativo dual (‘dual price’) o cambiar el precio del fondo a la compra y a la venta. No se aplica en todos los mercados, pero sí en algunas jurisdicciones. Reino Unido es una de ellas.
Los fondos de Janus Henderson domiciliados en el Reino Unido, por ejemplo, utilizan el valor liquidativo dual y el ‘swing pricing’. En el pasado, Threadneedle utilizó tanto los cargos y ajustes por dilución como el precio dual, y ahora algunos fondos de Fidelity en el Reino Unido también usan los cargos por dilución.
Con el precio dual, no existe un único valor liquidativo sino dos, y se determinan en función de la valoración de la cartera a precio de compra o a precio de venta, añadiendo aquellos costes vinculados a la suscripción o el reembolso que sean necesarios. En contra tiene que, como subraya Fernández, la existencia de dos valores liquidativos “puede presentar más complicaciones administrativas y desde el punto de vista de ‘back office’ frente a los fondos con un valor liquidativo único”.