Los economistas llevan tiempo prediciendo una recesión en EEUU que no termina de llegar. Según la mayoría de los indicadores económicos, la desaceleración se puede producir en cualquier momento, pero la fortaleza mostrada por el mercado laboral del país está retrasando este acontecimiento. "Este alto nivel de seguridad laboral está contribuyendo a un consumo más robusto de lo que podríamos esperar, dado el lastre que suponen la elevada inflación y el aumento de los tipos de interés hipotecarios para las familias estadounidenses", destaca Christian Scherrmann, economista de DWS.
A su vez, esta tendencia influye en las expectativas de inflación. "En este sentido, tanto los mercados como los bancos centrales parecen un poco desconcertados", añade el experto.
De hecho, hay que remontarse a la década de los 1940 para encontrar otro periodo en el que las ofertas de trabajo superasen la demanda de empleo por un margen tan amplio, "lo que respalda la idea de que la Reserva Federal (Fed) probablemente mantendrá su política restrictiva", indica Scherrmann.
Al comparar la tasa de desempleo con el número de vacantes (como porcentaje de la fuerza laboral estadounidense), los datos más recientes revelan que hay casi el doble de ofertas de trabajo que de solicitantes de empleo.
Pero, ¿por qué está sucediendo esto? El economista de DWS indica que hay varios factores que explican el actual exceso de puestos de trabajo.
"Por el lado de la demanda (laboral), es probable que las empresas estén retrasando los despidos porque temen no encontrar trabajadores cuando vuelvan a necesitarlos. Además, puede que existan ciertos desajustes, por ejemplo geográficos o de cualificación, entre quienes buscan trabajo y los empleos ofertados, como puede ser el caso en las iniciativas de relocalización", afirma Scherrmann.
Por el lado de la oferta (laboral), otras razones podrían explicar la escasez de mano de obra, como por ejemplo que "es posible que los trabajadores se hayan vuelto más selectivos porque las generosas ayudas que recibieron durante la pandemia les han permitido crear un colchón financiero que, a su vez, les proporciona cierto margen o que la posibilidad de trabajar desde casa haya fomentado el trabajo a tiempo parcial. Además, el número de personas que se jubilaron durante la pandemia fue superior a la media", subraya el experto.
Con todo, probablemente tendrán que pasar varios trimestres antes de que se puedan entender y explicar por completo las razones de las distorsiones que experimenta el mercado laboral.
Sin embargo, los bancos centrales y los inversores tienen que preocuparse por la tasa de desempleo, las tendencias salariales y la inflación. "Por eso, es lógico que unos y otros dependan tanto de los datos y que las expectativas de tipos de interés e inflación muestren tanta volatilidad en los mercados financieros", estiman desde DWS.
En definitiva, tal y como concluye Scherrmann "si solo dependiese del mercado laboral, que no da señales de estar debilitándose, la Fed tendría que subir sus tipos de interés hasta el 5% o el 6%".