"Los días de comprar acciones growth a cualquier precio han terminado, por ahora". Así de rotundo se ha mostrado Marcus Poppe, gestor global de Renta Variable en la firma alemana DWS.
"Los mercados de renta variable se enfrentan a otra prueba. Después de que la subida de los tipos de interés ejerciera una fuerte presión sobre las valoraciones este año, la evolución de los beneficios empresariales jugará un papel decisivo en 2023", ha explicado Poppe durante la presentación de las previsiones de la gestora para 2023.
En general, sin embargo, ha añadido las empresas están mucho mejor posicionadas para la leve recesión que se espera, al menos mejor posicionadas que durante la crisis financiera de 2008, por ejemplo.
"Tácticamente, somos bastante positivos con la renta variable europea", ha asegurado Poppe. El descuento de valoración respecto a las acciones estadounidenses, del 31%, es más del doble de la media de los últimos 20 años (14%). Y las perspectivas para los valores value, que tienen una mayor ponderación en los índices europeos que en los estadounidenses, siguen siendo positivas, en su opinión.
En este escenario, ha comentado que "los días de comprar acciones growth a cualquier precio han terminado". En general, esto se aplica a las inversiones en renta variable en el próximo año: "Las oportunidades de precios son moderadas y es probable que los precios fluctúen fuertemente. Aun así, no esperamos una subida pronunciada en general".
Por otra parte, ha destacado la importancia de la selección de los sectores adecuados y, dentro de éstos, de los valores individuales más prometedores. Entre ellos, destacamos los del sector sanitario, así como las empresas del sector industrial cuyos modelos de negocio se basan en el avance de la eficiencia energética.
ESCENARIO DE INVERSIÓN
"El tema dominante en los mercados en 2023 estará centrado principalmente en hasta qué punto y con qué rapidez puede retroceder la inflación y, también, en cuánto tendrán que subir los bancos centrales los tipos de interés para lograrlo", ha señalado Björn Jesch, director de inversiones (CIO) global de DWS.
"Creemos que los bancos centrales mantendrán los tipos de interés altos durante un periodo de tiempo más largo del que esperan los mercados", ha pronosticado Jesch. En el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos, se espera que se suban los tipos de interés clave entre el 5 y el 5,25% el año que viene, mientras que en la eurozona se espera que el tipo clave suba hasta el 3%.
"Actualmente no vemos un recorte de los tipos para 2023", ha añadido Jesch. Según su pronóstico, "se espera que las tasas de inflación se reduzcan, pero seguirán en un nivel elevado: en el entorno del 6% en la eurozona y del 4,1% en Estados Unidos".
LEVE RECESIÓN Y LEVE RECUPERACIÓN
Así, DWS ha anticipado una leve recesión en EEUU y la zona euro, pero también una leve recuperación. "Gracias al mercado laboral impulsado por la demografía, robusto incluso en una recesión, los trabajadores mantendrán su empleo -en su mayor parte-, los ingresos de los hogares se mantendrán estables y los consumidores seguirán consumiendo", ha previsto Jesch.
Sin embargo, la recuperación tras la recesión será también muy modesta con unas tasas de crecimiento del 0,3% (2023) y el 1,2% (2024) para la zona euro, y del 0,4% y el 1,3% para Estados Unidos.
En cuanto a las empresas, es probable que los beneficios se vean presionados, pero mucho menos que en recesiones anteriores. "Tras el repunte de los tipos de interés, los bonos son significativamente más atractivos que en el pasado, como generadores de rentabilidad y como instrumento de diversificación", ha concluido el CIO de DWS.
En general, sin embargo, las perspectivas de rentabilidad de los activos de riesgo son limitadas, pero lo suficientemente altas como para poder batir la inflación.