La gestora DWS avisa de que "hay margen para las decepciones" en los mercados bursátiles a corto-medio plazo porque el impacto positivo de una bajada de tipos de la Reserva Federal (Fed) este mismo mes podría verse contrarrestado por el "resultado incierto de las elecciones presidenciales de EEUU" de noviembre. Además, a esto hay que sumar las dudas sobre al economía de EEUU. "Los datos recientes no han mostrado una tendencia clara", señala.
Para DWS, los principales catalizadores con potencial impacto ahora en los mercados son cuatro. Por un lado están los bancos centrales. Se espera que la Fed baje tipos en 25 puntos básicos esta semana. Para la eurozona, DWS prevé dos recortes de tipos de 25 puntos básicos cada uno de aquí a finales de año.
Otro de los principales indicadores de mercado ahora es la economía. La gestora dice que probablemente no habrá recesión en EEUU. "El crecimiento del empleo se ha ralentizado en Estados Unidos, lo que debe allanar el camino a una bajada de tipos por parte de la Fed. Esperamos que se evite una recesión". Dentro de Europa, destaca que la economía alemana se contrajo ligeramente (0,1% en el segundo trimestre) y afirma que "no se vislumbra una mejora rápida en el horizonte". En Japón, se refiere a los últimos datos económicos positivos. "Por séptimo mes consecutivo, los PMI han subido".
En cuanto al tercer indicador o catalizador, la gestora hace alusión a la inflación, y habla de una desaceleración ligera de esta. Explica que, al menos, las presiones inflacionistas no se han intensificado en EEUU. El deflactor de consumo privado (PCE) se ha mantenido estable en el 2,5%.
En la eurozona, la tasa de inflación se desaceleró hasta el 2,2% en agosto desde el 2,6% en julio. Mientras, en Alemania la inflación se situó en agosto por debajo del objetivo del 2% por primer vez desde marzo de 2021.
En cuanto al cuarto indicador que condicionará la evolución de los mercados, DWS se refiere a los "choques geopolíticos". Destaca que la situación en Oriente Próximo y entre Rusia y Ucrania sigue siendo extremadamente tensa, y que nuevas escaladas tendrían un impacto negativo en el comercio mundial. Advierte además que el desarrollo económico de Europa podría verse afectado por el moderado aumento del consumo privado y la escasa demanda mundial.
Con todo, aunque el balance mensual de agosto resultó bastante favorable para las bolsas pese al comienzo de mes turbulento, Björn Jesch, CIO de DWS, cree que “la desaceleración económica en Estados Unidos, el giro tardío en China y la falta de impulso en Alemania podrían desencadenar nueva volatilidad en el mercado”.
"A pesar de una temporada de resultados (empresariales) bastante buena, el S&P 500, que sirve como barómetro del mercado bursátil estadounidense, aún no ha vuelto a sus máximos históricos de mediados de julio. Tendremos que soportar catalizadores mixtos en las próximas semanas".