China está al borde del precipicio. Quizá el abismo sea pequeño y no grande, pero seguro habrá una caída más o menos pronto, según prevén los analistas de Fidelity en una encuesta realizada internamente. El detonante es que los propios analistas que cubren el día a día de las empresas chinas son mucho más pesimistas en cuanto al desempeño de sus compañías que el resto de los analistas en otras geografías, algo no visto hasta la fecha.
Tal y como se desprende de la Encuesta a Analistas de Fidelity 2019, China es la única región donde la confianza empresarial ha caído a terreno negativo, hasta los -0,4 puntos. Un 70% de los analistas de la gestora que cubren empresas chinas espera que las rentabilidades sobre el capital desciendan en 2019, frente a tan solo el 29% del año pasado.
La situación en el gigante asiático comienza a ser muy preocupante. “Hay compañías que han empezado a hacer impagos, el gobierno de Pekín las está dejando caer”, señala Sebastián Velasco, country head para España y Portugal de Fidelity. El punto de inflexión es que, si están descendiendo las rentabilidades sobre el capital, la causa principal en China (un 75%) es que el crecimiento de la demanda final es más lento o débil frente a ejercicios anteriores, mientras que este mismo problema en el resto del mundo se explica por ese y otros factores de una forma más equilibrada, como el aumento de costes, la falta de poder de fijación de precios, los cambios regulatorios o una mayor competencia. Es más, “los propios analistas chinos son más negativos que nadie”.
Como recuerda el directivo, esta es una encuesta “de sentimiento empresarial, no de sentimiento de inversión”. En el pasado, les ha servido a los gestores de la firma para detectar o anticipar la brecha de crecimiento entre países emergentes y desarrollados, los sectores más innovadores o, sin ir más lejos, el pico de ciclo que finalmente se produjo en 2018. Por esta razón, sus conclusiones sobre China son de tanto calado.
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Bankia cierra el fondo que lanzó para sacar tajada del Brexit tras su fracaso de ventas“Generalmente, los inversores extranjeros manejan una visión más negativa sobre China, pero el año pasado vimos cómo los inversores nacionales se unían al bando de los bajistas. Fue un deterioro generalizado del sentimiento”, apunta Neil Gough, analista de Fidelity en la región. No obstante, advierte Marty Dropkin, director global de Análisis del área de Renta Fija, “los inversores no deberían perder de vista la capacidad del gobierno de Pekín para estimular la economía, como demostró la primera semana de marzo de 2019”.
LA CONFIANZA EMPRESARIAL MUNDIAL, EN MÍNIMOS DE 2016
En general, y no solo en China, la confianza empresarial ha descendido en todo el mundo hasta niveles no vistos desde 2016. Ha pasado de 1,6 puntos en 2018 a 0,6 puntos en 2019. Los analistas de Fidelity mantienen un “optimismo cauto” para el año en curso, ya que una puntuación de sentimiento superior a cero indica que es positivo.
Según el estudio de la gestora, un tercio de los analistas en todo el mundo apunta que su sector estaba en fase de desaceleración o recesión, frente al 13% del anterior año. “Aunque no pensamos que vaya a producirse una recesión en toda regla en los próximos seis a 12 meses, es evidente que hemos dado otro paso hacia el final del ciclo que comenzó hace una década y, en consecuencia, resulta más importante que nunca la forma en que las empresas abordan la gestión de riesgos”, considera Fidelity.
Pero no todo es negro o gris. También hay noticias positivas en este contexto. “Sorprende positivamente que se van a seguir pagando casi los mismos dividendos, y en algunos sectores, incluso más”, anticipa Velasco. En 2018, estuvieron en el 8%, y en 2019 se prevé que se sitúen en el 5%, “un nivel bueno con la que está cayendo”.