BlackRock ha marcado un importante hito, y más en plena debacle del petróleo. Su fondo BlackRock’s Global Energy & Power Infrastructure Fund III (GEPIF) ha captado 5.100 millones de dólares tras su cierre final, y se ha convertido en el mayor levantamiento de capital (o ‘fundraising’) de la historia en los fondos alternativos de BlackRock.
La cuantía final ha excedido el objetivo original del fondo, que era 3.500 millones de dólares, así como el límite máximo de Estados Unidos, situado en 4.500 millones.
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¿Potenciará el virus los ETF o acabará con ellos? Confrontación entre BlackRock y CarmignacLos compromisos del fondo incluyen mandatos de inversión de más de 50 inversores institucionales, incluidos fondos de pensiones públicos y privados, fondos soberanos, fundaciones, compañías de seguros y ONG en los Estados Unidos, Europa, Asia y Oriente Medio. Más del 70% de los compromisos provienen de inversores del fondo anterior (la segunda versión de la estrategia), lo que “refleja el alto nivel de confianza de los inversores en el equipo de GEPIF y su experiencia en el activo”, resalta Edwin Conway, responsable global de BlackRock Alternative Investors.
“Los inversores buscan aumentar la capacidad de recuperación en sus carteras y contrarrestar las perturbaciones del mercado de valores aumentando su asignación de activos a exposiciones menos correlacionadas en los mercados privados”, según Conway.
El fondo invierte en empresas y activos de infraestructura energética “de alta calidad y esenciales”, en los sectores eléctrico, incluida la energía eléctrica generada a partir de fuentes renovables (solar, eólica, hidráulica y de conversión de residuos), el intermedio (incluido el transporte y almacenamiento de energía) y el sector de servicios públicos.
La unidad de BlackRock Alternative Investors tiene su foco en el inmobiliario, infraestructuras, capital riesgo, crédito, ‘hedge funds’ y otras soluciones alternativas.