El bono español vuelve a estar de moda entre los inversores profesionales. En 2018, fue uno de los tipos de activos de renta fija más rentable y ahora España vuelve a tener el favor de los mercados pese a la incertidumbre política del país. Así lo cree Ana Gil, directora de Inversiones del área de Renta Fija de M&G.
La deuda pública española se situó entre las clases de activos de renta fija más rentables de 2018 tras generar una rentabilidad total del 3%, superior a la del bund alemán (2,6%), a la de los bonos del Tesoro estadounidense (1,1%) y a la de los bonos del Tesoro plurianuales italianos (-0,9%).
Según la gestora británica, los bonos españoles se han negociado con una prima de riesgo “relativamente estable” respecto a los alemanes, dado que “los mercados son cada vez más conscientes del sólido desempeño económico del país y de los esfuerzos en materia de consolidación presupuestaria” que han llevado a cabo tanto el Gobierno de Mariano Rajoy como el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.
En la actualidad, la prima de riesgo española está en los 108 puntos básicos, frente a los 40 de Francia, los 149 de Portugal, los 240 de Italia o los 373 de Grecia.
España no es Italia y el mercado lo sabe apreciar. Italia se financia bastante más caro que España: un 2,5% frente a un 1,2% a diez años. “Ya no guardan una correlación tan estrecha como en el pasado”, puesto que la debilidad económica y política del país transalpino, que “muestra un perfil de menor crecimiento y mayor endeudamiento”, ha lastrado la confianza de los inversores.
Los últimos datos sobre recuperación del consumo y disminución de la tasa de paro “han permitido a España volver a ganarse la confianza de los mercados financieros a pesar de la persistente incertidumbre política que vive el país desde las últimas elecciones generales y pese a ser el último país en abandonar el procedimiento de déficit excesivo de la Comisión Europea”, afirma Gil.
NI VOX NI LA RUPTURA DE PODEMOS PASAN FACTURA AL BONO ESPAÑOL
La irrupción de VOX en las últimas elecciones andaluzas y la ruptura de Íñigo Errejón con Podemos para asociarse con Manuela Carmena en su aspiración a presidente de la Comunidad de Madrid en los próximos comicios no han pasado factura por el momento al bono español, pese al gran ruido mediático.
Los inversores internacionales siguen mostrando un gran interés por los bonos españoles, “y por la deuda pública de los países periféricos de la zona euro en general”. La pasada semana, España cerró una emisión de deuda de 10.000 millones de euros que registró una demanda que cuadruplicaba el volumen de deuda emitido. Recientemente, las emisiones de Italia, Irlanda o Portugal han registrado ratios de cobertura muy similares. Esto “refleja la notable demanda de rendimientos adicionales por parte de los inversores en un mercado que sigue en gran medida distorsionado por unos tipos de interés en mínimos históricos”, señala la gestora de M&G.