Haber invertido en la bolsa estadounidense durante los últimos diez años no es sinónimo de haber hecho la inversión más rentable posible. Si bien es cierto que Wall Street ha sido el mercado más rentable en la última década, un 75% (en promedio) de las 50 mejores compañías del mundo durante ese periodo año a año ha procedido de fuera de Estados Unidos, según un análisis reciente de Capital Group. Esta cifra pone de manifiesto dos aspectos del mercado: el valor añadido de la gestión activa y global en los fondos de inversión y el lastre que están suponiendo los bancos en Europa frente a la pujanza de las tecnológicas en EE.UU.
En 2017, un 94% de las 50 compañías más rentables del mundo estaba fuera de EE.UU., el nivel más alto de la última década. De media, ha sido el 75% desde 2009. Durante este periodo, "si hubiéramos invertido únicamente en EE.UU., habríamos perdido muchas de las mejores oportunidades", afirma David Polak, director de Inversiones de Capital Group. Entonces, ¿por qué los índices no reflejan esta situación?
“Tiene mucho que ver con su composición”, afirma Rob Lovelace, gestor de Capital Group. “En Europa, por ejemplo, muchas de las grandes compañías que conforman los índices son proveedores de servicios financieros, especialmente entidades bancarias. En los últimos años, los resultados de los bancos no han sido buenos, ya que el débil crecimiento económico de la eurozona y los tipos de interés negativos han reducido su rentabilidad. Por el contrario, los principales componentes de los índices estadounidenses son compañías tecnológicas o de comercio electrónico como Amazon, Apple, Microsoft y Alphabet, matriz de Google. Como todos sabemos, los resultados de estas compañías han sido bastante buenos estos últimos años”, pone en contexto el experto de la firma americana, que alaba la vanguardia y la innovación tecnológica de Wall Street.
Sin embargo, Capital Group es una casa de gestión activa, y esa misma gestión activa le ha llevado a estudiar compañía por compañía y a invertir fuera de EE.UU. De hecho, ha desarrollado el término 'nueva geografía de la inversión' a la hora de implementar su estrategia de renta variable global. La nueva geografía de la inversión es un método de evaluación de las compañías y de los riesgos que se basa en el lugar en el que dicha compañía genera sus ingresos, en vez de hacerlo en el país en el que está domiciliada. Muchas de las principales multinacionales se sitúan en un país pero generan muchos más ingresos en otras partes del mundo.
EL ESTADO ACTUAL DE LA NUEVA GEOGRAFÍA DE LA INVERSIÓN
En opinión de Polak, "Nestlé es un ejemplo excelente". Su sede está en Suiza, pero sus ingresos proceden fundamentalmente de EE.UU. y América Latina, y sus mercados de más rápido crecimiento están en Asia y África. "Si tenemos en cuenta estos criterios, es difícil considerar a Nestlé una compañía europea. Europa es solo el lugar en el que sus principales directivos deciden mantener su sede social", asevera el gestor, y recuerda un dicho muy utilizado entre los inversores profesionales durante los últimos años: "Un inversor no puede invertir en Europa aunque quiera". Pues, "cada vez es más cierto", reitera.
Mirando el tablero de la inversión de una forma amplia, EE.UU. continúa siendo una fuente de ingresos muy importante para muchas multinacionales, pero China está haciéndose cada vez más presente, desafiando en muchos aspectos el dominio estadounidense. Según Lovelace, "esta tendencia va a continuar".