Repsol es uno de los protagonistas de la bolsa española esta semana, ya que la petrolera presentará este jueves su nuevo Plan Estratégico 2021-2025. Su consejero delegado, Josu Jon Imaz, será el encargado de vender el 'giro verde' de la compañía hacia las energías renovables, en una estrategia sin duda marcada por la pandemia de coronavirus. La compañía se juega su credibilidad tras su colapso bursátil y su posterior resurreción, gracias al 'efecto vacuna'.
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Los analistas de Barclays ya han anticipado que Repsol recortará su dividendo un 45% en 2021 para adaptarlo al nuevo entorno del precio del petróleo, debido a la crisis provocada por el virus. Sin embargo, este previsible recorte ya ha sido descontado por los inversores, que ahora se centran en los planes para los próximos años.
"La nueva transformación energética puede impulsar un avance significativo en las credenciales de valor de Repsol", afirman los analistas de Citi, quienes recomiendan comprar sus acciones, con una valoración de 8,40 euros por título.
La cotización de la compañía ha sido muy volátil a lo largo del año y ha marcado mínimos de los últimos años en 5,04 euros, pero ha rebotado con gran fuerza por encima de 8 euros durante el mes de noviembre, aunque todavía se encuenta lejos de su máximo anual, situado en 13,71 euros antes de la pandemia.
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"Si bien el valor proporciona la base para un rendimiento superior, creemos que lo más importante es cómo la nueva estrategia de esta semana reposiciona las percepciones sobre la madurez de sus activos", añade Citi. Y es que ahí radica una de las claves para Repsol.
Los analistas del banco estadounidense precisan que "la pieza central de la transfomación son las ambiciones para la 'Nueva Energía'", ya que, según sus cálculos, puede suponer un 20% de la empresa en 2030. Un porcentaje que "más que reemplazaría las ganancias maduras en el negocio del petróleo", algo que "ninguna otra petrolera está consiguiendo tan rápido". Por ello, es vital que Josu Jon Imaz convenza al mercado.
"La estrategia de 'Nueva Energía' de Repsol está muy centrada en explotar las oportunidades de mercado en renovables en Iberia y en Chile, una especificidad que da credibilidad para convertir esto en un negocio viable", concluye Citi.
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Por su parte, los analistas de Goldman Sachs destacan que las acciones de las grandes petroleras europeas, tras el brusco movimiento a la baja a principios de este año, han rebotado un 40% de media desde el mínimo de abril. Pero estiman que "todavía hay un potencial alcista del 30% a partir de aquí gracias a las revisiones positivas de las ganancias, la reestructuración y los mayores retornos para los accionistas, con la creciente perspectiva de recompras de acciones en 2021".
Otro asunto clave para los inversores, ya que, pese al esperado recorte del dividendo, los expertos esperan que la recompra de títulos incremente la remuneración a los accionistas de una manera más eficiente a medio y largo plazo.
Goldman anticipa "otro trimestre desafiante para el sector", pero añade que "los vientos en contra a corto plazo retrasarán, pero no descarrilarán, el camino hacia la recuperación". Su previsión tras el anuncio de las vacunas es que las grandes petroleras vuelvan a beneficios en 2021 y sigan ofreciendo una rentabilidad por dividendo media del 6,5%, mucho menos que la rentabilidad actual de Repsol, pero "el doble del promedio del mercado europeo". Por ello, mantiene su consejo de compra sobre Repsol.
Sobre el dividendo, Renta 4 afirma que el consenso espera un dividendo de 0,5-0,6 euros por acción para 2021, frente al euro por acción pagado en 2020. "El recorte del dividendo está parcialmente descontado por el mercado, bien en 0,5-0,6 euros por acción", por lo que añaden que, si se confirma el pago, junto a "la recompra de acciones, confirmarían cómo la retribución al accionista es uno de los pilares estratégicos de la compañía".