No es país para bonos. Los tipos negativos han llegado para quedarse y los inversores de renta fija se ven obligados a llevar a cabo acrobacias circenses en busca de rentabilidades positivas. Ahí es donde entra China. Con un retorno del 5%, la deuda del gigante asiático se ha convertido en la mejor vacuna para inversores extranjeros, como el español, en pleno coronavirus.
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Así es el Eurizon Fund Bond Aggregate RMB. Su rentabilidad en lo que va de año es del 5,1%. Una cifra solo superada actualmente por la bolsa estadounidense (8%) y el oro (8%), histórico activo refugio. Tras ganarse a Bloomberg, este mismo viernes JP Morgan también incluirá los bonos chinos en sus índices. Citi, será el próximo en hacerlo.
“Los mismos retornos que un bono emergente pero sin su riesgo y volatilidad”. Así defiende Monica Wang, cogestora del fondo, una alternativa para invertir muy atractiva que cada vez gana más adeptos. Suiza, Italia y Alemania son los principales inversores extranjeros que ya están apostando por ella aunque Wang también reconoce tener “varios clientes” en España y esperan que el negocio vaya a más.
"Europa tiene que lidiar con Trump, el Brexit, el coronavirus... no es el fin del mundo, pero los tipos negativos hacen que solo les quede un camino: llevarse su dinero fuera y China es el destino ideal, un refugio muy seguro", defiende Wang. "Sólidos retornos, diversificación para el portfolio, ganancias especialmente en el cruce euro/yuan...", son los argumentos que esgrime la gestora para atraer al inversor extranjero.
"Los inversores europeos buscan un mayor rendimiento y China poco a poco se va abriendo al mundo", apunta en referencia a la apertura del gigante asiático que, desde el año 2010, el Gobierno chino ha llevado a cabo de forma paulatina. Actualmente la inversión extranjera en la deuda china representa solo un 2% pero desde Eurizon prevén que esta cifra pase a ser un 15% próximamente.
“Todo ha ido muy deprisa”, recuerda. En solo dos años desde su creación allá por 2018, el fondo gestiona más de 1.300 millones de patrimonio, especialmente tras el alivio de la guerra comercial con la firma del acuerdo de fase uno entre Pekín y Washington: “Llegamos a ver la entrada de 200 millones al mes”, afirma.
"ME PREOCUPAN MÁS EL RESTO DE PAÍSES"
"China estará bien". Wang resta importancia al impacto del coronavirus sobre el país del que destaca una resiliencia basada en el gran peso de su consumo y producción doméstica. "Ahora mismo me preocupan más el resto de países", añade. "China y sus billones de reservas pueden afrontar prácticamente cualquier situación mientras que regiones como Europa con su BCE se han quedado sin balas", apostilla.
Más allá de su naturaleza italiana como propiedad de Intesa Sanpaolo y la nacionalidad china de Wang y el resto de gestores de Eurizon, la sede de este fondo en concreto se sitúa en Londres. Pese al Brexit, Wang asegura que la City sigue siendo “el mejor lugar para operar con divisas” y que su trabajo apenas se ha resentido.
