"Progresivamente iremos eliminando las recomendaciones respecto al reparto de dividendos (de la banca). Sé que hay una gran expectación. Presentaremos una decisión a nuestra junta el 23 de julio y la comunicaremos poco después", adelantaba el mes pasado Andrea Enria, presidente del Consejo Supervisor del Banco Central Europeo (BCE).
El mercado y los propios bancos están, por tanto, muy pendientes de esta decisión que será de suma importancia para devolver a las entidades financieras el atractivo que el veto al pago a sus accionistas les restó.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, reconocía este jueves tener "plena confianza" en que el BCE levantará las restricciones al reparto del dividendo, lo que les permitirá distribuir un 'pay out' del 50% y en metálico, "como ha sido tradicional". Otras entidades han mostrado igualmente su voluntad de retomar sus dividendos. Banco Santander afirmó en marzo que recuperará el dividendo de al menos el 40% del beneficio cuando el BCE lo permita. Su presidenta, Ana Botín, reconocía que las restricciones del banco central han perjudicado a la cotización del sector bancario.
"UN CLARO ALIVIO"
Para la firma Lazard Frères Gestion, el levantamiento del veto al dividendo bancario que está en vigor desde marzo de 2020, es "un claro alivio" para los bancos y sus accionistas. En opinión de su analista Scander Bentchikou, "la medida, que debía proteger a los bancos de la crisis, les ha hecho más daño que bien".
"Al gritar fuego, los bomberos del banco central alimentaron el pánico"
Técnicamente, los dividendos del sector bancario volvieron esta primavera. Sin embargo, los importes pagados se mantuvieron muy por debajo de sus niveles de 2019 debido a las numerosas restricciones aún vigentes (por el momento, los bancos solamente pueden abonar a sus accionistas un 15% de sus beneficios). La vuelta a la normalidad tendrá que esperar a los resultados de las pruebas de resistencia de la banca, publicadas el 30 de julio por la Autoridad Bancaria Europea. Si estos resultados son concluyentes para la mayoría de las entidades, como se espera, el BCE podrá finalmente levantar las limitaciones que se aplican desde el inicio de la crisis sanitaria para finales de septiembre.
El BCE "recomendó" a los bancos de la eurozona, el 27 de marzo de 2020, que suspendieran el pago del dividendo, incluidos los ya anunciados, para preservar sus fondos propios en caso de una profunda crisis debido al Covid-19. Sin embargo, los bancos han afrontado bien esta situación, y por eso desde Lazard consideran que la medida ha tenido más efectos desfavorables que favorables.
"La prohibición (...) ha tenido un efecto muy real en los precios de las acciones de los bancos. Tras su caída inicial en febrero y marzo, siguieron bajando hasta mayo de 2020, e incluso hasta otoño, en contra de la tendencia de rebote del mercado", recuerda Bentchikou.
Desde el punto de vista de este experto, la supresión del dividendo "fue una preocupante señal de angustia para el sector". Así, explica que, en un universo bancario muy regulado para hacer frente a las peores crisis, la adoptación de la medida, "tan inédita como inesperada, dio la impresión de que los reguladores habían perdido la confianza en sus propias normas prudenciales". Este analista afirma tajante que, dado que el BCE tiene información sobre los bancos que el mercado no tiene, "los inversores pueden haber temido lo peor. Al gritar fuego, los bomberos del banco central alimentaron el pánico".
CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO
Lazard Frères Gestion advierte de que las consecuencias de este episodio no son insignificantes para el sector y, además, se extienden en el tiempo. Según la firma, ahora los inversores han tomado conciencia de que sus dividendos pueden ser suspendidos sin previo aviso en caso de problemas económicos.
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El BCE levantará por completo el veto al dividendo "si se cumplen sus proyecciones"Además, lejos de ser una simple cuestión de frustración de los accionistas, Lazard cree que la cuestión esconde problemas más graves, como el del coste de capital y el acceso al mismo para las entidades de crédito.
"La capacidad del sector para reunir capital en buenas condiciones podría verse reducida. Al querer proteger a los bancos a corto plazo, el BCE ha reducido su capacidad de financiarse en buenas condiciones. Y esto en un momento en el que los bancos ya se enfrentan a problemas de rentabilidad ligados a los bajos tipos de interés, a los cambios en las prácticas bancarias (digitalización) y a la competencia de las fintech, lo que les ha llevado a anunciar una serie de reestructuraciones (cierre de sucursales, recortes de personal)", explica Bentchikou.
"IMPORTANTE CATALIZADOR"
El levantamiento de las restricciones a los dividendos parece ahora una conclusión inevitable, y estos expertos esperan que las entidades de crédito vuelvan pronto a sus rendimientos anteriores a la crisis. Así, prevén "un aumento significativo" de los dividendos y de la recompra de acciones en el sector bancario que compense la prolongada ausencia de rendimientos para los accionistas. "Esto debería ser un importante catalizador en los próximos meses para todo el sector en Europa", anticipan.
Con todo, Lazard Frères Gestion concluye pidiendo al BCE un compromiso "firme" para dejar de utilizar esta práctica. "Sería bienvenido para restaurar la confianza de los inversores en el sector bancario a medio plazo", afirma.