Japón se ha convertido en lo que va de año en uno de los destinos más atractivos para los inversores, y aunque en los últimos meses se han levantado algunos interrogantes sobre un contexto de crecimiento que "está estancado", los analistas de BlackRock siguen apostando por el potencial de los activos del país, a los que conceden "un papel mayor en las carteras".
Sobre su visión constructiva de las perspectivas japonesas, comentan, en primer lugar, que "el contexto de crecimiento parece cuestionable", aunque no lo ven como algo "preocupante".
"Las lecturas finales del PIB para el cuarto trimestre fueron revisadas al alza y los datos de la encuesta y de los indicadores de actividad, como los PMI, apuntan a que la actividad ha tocado fondo. Los avances en las negociaciones salariales en marzo, que resultaron en un aumento del 5,3% en los salarios, sugieren que un círculo virtuoso de inflación está comenzando a afianzarse", aseguran.
Además, consideran que el cambio del Banco de Japón (BoJ) hacia tipos de interés oficiales positivos "debería ser tomado como un paso hacia la normalización de las políticas, no como un endurecimiento de las condiciones financieras".
"Vemos esto como algo positivo: el sistema financiero de Japón está funcionando a un nivel que no requiere un banco central en constante intervención. El cambio de política sólo ha sido posible gracias a la recuperación de la inflación: no creemos que el BoJ se arriesgue a deshacer esto, lo que significa que es probable que esa política siga siendo relativamente acomodaticia", agregan.
En tercer lugar, destacan que "si bien el fin del control de la curva de rendimiento elimina un comprador garantizado del mercado de bonos", ven "potencial para los inversores institucionales que históricamente sólo compraban bonos para convertirlos en acciones, a medida que el nuevo paradigma político se afianza".
Además, destacan que "el impulso para alentar a los inversores nacionales a participar en el mercado de valores a través de un tratamiento fiscal favorable ofrece otro viento de cola".
UN APOYO A LA "DIVERSIFICACIÓN"
Los analistas de BlackRock subrayan también los "beneficios de diversificación" que ofrecen los activos japoneses, lo que supone asimismo un argumento en favor de "cerrar las asignaciones infraponderadas".
"Las acciones japonesas están relativamente poco correlacionadas con otros mercados, con una correlación inferior al 50% con la mayoría; sólo las acciones chinas proporcionan niveles comparables de diversificación. Es posible que la diversificación no lo proteja completamente del riesgo de mercado", valoran.
En este sentido, añaden que "una mayor asignación a acciones japonesas no sólo ofrece la oportunidad de beneficiarse de las propiedades de diversificación, también podría mejorar el perfil riesgo-rendimiento de la cartera general".
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El BoJ deja los tipos de interés sin cambios y el yen se desploma a nuevos mínimosTeniendo en cuenta "los beneficios de diversificación de las acciones japonesas y su atractivo perfil riesgo-rendimiento", en la firma sostienen que "incluso una asignación a nivel de referencia para la región no es óptima", ya que sus cálculos muestran que la mejor opción pasa por "duplicar las asignaciones actuales a las acciones japonesas en la cartera multiactivo promedio de EMEA de riesgo moderado".
"Analizamos el posicionamiento de 294 de los mayores fondos multiactivos de riesgo moderado domiciliados en EMEA, con activos bajo gestión por valor de casi medio billón de dólares estadounidenses. Este análisis muestra que la asignación promedio a las acciones japonesas representa sólo el 3,6% de la cartera de acciones. Esto está significativamente por debajo de la asignación de referencia indicativa basada en el índice MSCI ACWI, en el que los títulos japoneses representan el 5,3%", aseguran.
Como estrategia de inversión, recuerdan que "los fondos ponderados por el mercado de gran y mediana capitalización ofrecen acceso a acciones japonesas, proporcionando beneficios de diversificación y sirviendo como un componente central de la cartera para aquellos que buscan realizar un seguimiento del mercado más amplio".
EL PAPEL DEL YEN
En relación a las perspectivas de la divisa japonesa, los analistas encuentran "argumentos a favor de cubrir la exposición al yen, debido a la oferta de 'carry on' y a los bajos costos de cobertura", aunque en el sentido direccional ven "más riesgos bilaterales para el yen después su sustancial depreciación".
"En una base de asignación estratégica de activos, preferimos inversiones sin cobertura, dado que tradicionalmente han amortiguado las desventajas en tiempos de tensión en el mercado. También vale la pena señalar que mientras que las acciones japonesas están en general correlacionadas negativamente con con el yen japonés, esta correlación se ha debilitado desde 2020", aseguran.
Como resultado de este proceso, ven "posible" que la dirección del yen ya no tenga una influencia "tan fuerte" en los rendimientos del mercado de valores.
"Otra razón detrás de nuestra preferencia por una asignación sin cobertura: la exposición al yen puede proporcionar unos beneficios de diversificación adicionales en las carteras. La cobertura de la exposición al yen a menudo ha añadido riesgo, especialmente al incorporar acciones locales y divisas correlacionadas", manifiestan.