Bancos, aseguradoras y bancas privadas independientes tienen prácticamente todos los deberes por hacer para dar asesoramiento de fondos bajo el nuevo entorno normativo de MiFID II. A cierre de 2017, menos de un 9% del total de clientes de fondos de inversión en España recibía este servicio.
Este porcentaje se traduce en apenas 1,1 millones de clientes recibiendo asesoramiento de fondos sobre un total de 12 millones de inversores en fondos, según José María Marcos, director general de Entidades de la CNMV, quien participó la semana pasada en la III Jornada sobre Regulación Financiera de Inverco.
De los tres supuestos que MiFID II acepta para el cobro de retrocesiones por parte de los comercializadores de fondos desde las gestoras, en dos de ellos hay asesoramiento no independiente: en el primero, hay que incorporar un número apropiado de productos de terceros y, en el segundo, hay que combinarlo con algún tipo de servicio continuado que añada valor al cliente como, por ejemplo, el seguimiento de su idoneidad o el seguimiento de las recomendaciones sobre la composición de su cartera.
Este modelo de asesoramiento, aun con retrocesiones, es a juicio de Marcos “el que más garantías incorpora a los clientes”, dada la estructura del ahorro en España, dominada por la gran banca. La otra forma de asesorar es la independiente, donde se prohíben los incentivos o retrocesiones. Por esta fórmula se están decantando algunas bancas privadas independientes y algunos segmentos específicos de key clients de los grandes bancos comerciales.
Los otros dos servicios por los que se canaliza la venta de fondos son la gestión discrecional de carteras (sin retrocesiones) y la ejecución (con retrocesiones). No obstante, por el momento, el grueso de entidades pelea por poder ofrecer asesoramiento, sea del tipo que sea, mientras que desarrolla en paralelo la gestión discrecional.
(CASI) TODOS LOS DEBERES POR HACER
Según distintos expertos, a las entidades aún les queda mucho camino por recorrer para ofrecer asesoramiento sobre fondos a sus clientes. Parten de un nivel de penetración de este servicio muy bajo y, además, tienen que definir cómo lo prestan con MiFID II de por medio. “No va a aumentar el asesoramiento prestado, sino el asesoramiento reconocido”, prevé Patricia Rodríguez, asesora de mercados financieros de la AEB. Es, según esta profesional, el mayor punto de alejamiento de la CNMV con el sector de los fondos.
Sobre el modelo de retrocesiones diseñado por MiFID II y traspuesto por España al pie de la letra, Rodríguez asegura que, “de estar en otra industria, nos reiríamos”. “El supervisor obliga a las entidades a vender productos de su competencia y, además, obliga a prestar un servicio de asesoramiento que, quizás, el cliente no quiere”, critica.
Que las entidades definan qué tipo de servicio dan y cómo lo cobran en la venta de fondos es vital, ya que un 74% de los productos financieros contratados en directo son fondos, según la CNMV.
Por ahora, las grandes redes físicas están implementando un asesoramiento "muy simplificado" sobre sus propios productos, que suelen ser fondos de fondos o fondos perfilados. La otra fórmula más común tiene que ver con los bancos digitales o neobancos, muchos de los cuales tienen supermercados de fondos, con una gran cantidad de fondos internacionales y algunos pocos españoles. En este caso, el servicio es de ejecución o recepción y transmisión de órdenes (RTO), explica Jorge Ferrer, abogado y socio de FinReg360.
¿QUIÉN PAGA EL ANÁLISIS DE INVERSIONES?
Otra de las patatas calientes de MiFID II es quién asume el coste del análisis de inversiones una vez desagregado de la intermediación de valores. Según la CNMV, unos 600 fondos cargan ya en España el importe del análisis al fondo por folleto. Es decir, que las gestoras pasan este coste al cliente, que ve menguar su rentabilidad neta en el fondo. Esto es así para el 50% del total de fondos con gestión activa, el triple de fondos que hace un año y medio.
Sin embargo, 47 gestoras en 330 fondos diferentes no han contemplado todavía que vayan a cargar el coste del análisis al fondo.
En Reino Unido, la tónica predominante está siendo justo la contraria que en España. Son las gestoras quienes soportan el costo del análisis y, según diversos estudios consultados por la CNMV, han logrado que en Reino Unido el precio del análisis se reduzca en 7,5 veces. A este respecto, asegura Marcos, “la CNMV es neutral” sobre quién debe costear el research macroeconómico o de valores.