Julius Baer ha cerrado un año de ensueño para su negocio de banca privada en España y Portugal. Ha crecido en 500 millones de francos suizos (cerca de 470 millones de euros) y ahora su principal apuesta se centra en Cataluña, una región en la que ha hecho fuertes fichajes y donde planea duplicar el número de banqueros en los próximos tres años.
Así lo ha confirmado en una presentación anual ante la prensa su directora general para Iberia, Carolina Martínez-Caro. De aquí a 2022, el banco suizo quiere doblar los efectivos de su oficina de Barcelona, abierta recientemente, desde los seis profesionales actuales hasta el entorno de los 12 ó 14 profesionales, la mayor parte de ellos banqueros con grandes carteras.
En abril del pasado año, Julius Baer abrió en la ciudad condal su segunda oficina en España tras la de Madrid. Para conformar a su equipo catalán, lo hizo a golpe de talonario y fichajes en sus principales competidores de origen suizo. Desde UBS, incorporó a los banqueros privados José Ángel Oliver, Roberto Murgui y Josep Rocadembosch. Y desde Credit Suisse, fichó a Carlos Vitores.
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Sin embargo, el banco privado helvético mantendrá estable su oficina central en España: “En Madrid, estamos completos”, aunque Martínez-Caro no descarta realizar una operación corporativa que le dé más tamaño, siempre y cuando el precio sea “adecuado” y el negocio “aporte valor”.
Portugal es, junto a Cataluña, la plaza donde Julius Baer más se ha reforzado en 2019. En septiembre, contrató de una tacada a una decena de gestores patrimoniales sénior para desarrollar y expandir el negocio de forma transfronteriza. Al frente de su equipo luso, están José Maria do Cazal-Ribeiro y Gonçalo Maleitas Correia.
CHINA, SÍ, A PESAR DEL CORONAVIRUS
La firma también ha hecho públicas sus recomendaciones de inversión y sus perspectivas para 2020. La directora de gestión de carteras para Iberia, Almudena Benedit, avanza que “no habrá recesión” y descuenta otro buen año para Wall Street: “La bolsa americana ha subido un 12% de media en años electorales cuando ha habido reelección de un presidente”. Por ahora, el consenso de los expertos da por ganador a Donald Trump, que repetiría mandato.
En su asignación de activos, Julius Baer recomienda bonos emergentes en moneda fuerte, titulizaciones hipotecarias en Estados Unidos y bonos convertibles para la parte de renta fija; sectores como la tecnología de la información o el industrial y países emergentes como Brasil o China en renta variable, y el oro y la plata entre las materias primas. También aconseja tener entre un 5% y un 7% de la cartera en fondos de gestión alternativa con liquidez diaria.
Su previsión de los principales bonos es que el Bund alemán pase a cotizar al 0,3% y salga del terreno negativo, aunque esto conllevaría una pérdida del 6% en el precio del bono respecto a los niveles actuales, y que el Treasury estadounidense se instale en el 2,4%.
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Una de las características más marcadas del banco suizo es su habitual posición contraria al mercado. En plena expansión del coronavirus, Julius Baer defiende a capa y espada sus inversiones en China. De forma agrupada, el gigante asiático pesa hoy un 8% en sus carteras, pero “a medio plazo debería jugar un papel más estratégico”, ya que, según Benedit, China “va a tener un peso más relevante en el mundo del mañana”. La crisis del coronavirus lastrará entre un 0,5% y un 2% el crecimiento del PIB chino en 2020 si aumenta el número de afectados. El banco helvético pronostica en su cuadro macro un avance del PIB de China del 5,8% este año, aunque, “de momento, no lo hemos rebajado oficialmente”.
“No ha habido mutación, encontrar una vacuna es más fácil, hay cuarentena y el gobierno chino ha sido más transparente que en otras ocasiones”, recuerda la gestora. Su tasa de mortalidad es del 3%, tres veces más baja que en la anterior crisis del SARS.
