Los gestores independientes de fondos empiezan a lanzar advertencias a diestro y siniestro sobre los riesgos de la bolsa en estos momentos. El ciclo económico está en su fase final, la corrección de las bolsas podría prolongarse y dos de los estilos de inversión de moda, el value y las small caps, pueden traer más sustos que alegrías a los inversores.
Ni el análisis monetario ni el análisis del ciclo económico anticipan buenas noticias para las bolsas. Hay una reducción en curso del exceso de liquidez y una desaceleración del crecimiento, y ambos factores “tendrán un impacto negativo en los precios de los activos de capital”, prevé la gestora Belgravia Capital, liderada por Carlos Cerezo.
Según Belgravia, “estamos en la fase donde la tasa libre de riesgo lleva subiendo más de dos años y la prima de riesgo lleva subiendo nueve meses”, mientras que “los dividendos y el crecimiento en beneficios están aún por empezar a caer”.
Óscar Álvarez, de fLAB Funds, reconoce que ha adoptado una postura más defensiva respecto a la bolsa mundial ante un aumento del riesgo de que se produzca un mercado cíclico bajista. “Si hacemos este movimiento justo cuando el mercado parece empezar a recuperar, es porque creemos que todavía no se ha llevado a cabo un proceso de formación de suelo”, justifica. Ha reducido en un 13% su inversión en renta variable, desde el 50% hasta el 37%.
Hay dos hechos que le preocupan, especialmente sobre la bolsa americana. La mayor parte del crecimiento de los beneficios en 2018 ha provenido del recorte de impuestos, que “ha retrasado, pero no eliminado, la desaceleración típica de ganancias que suele darse en una fase de expansión económica ya madura”.
Por otro lado, la falta de empuje y fortaleza del mercado tras los mínimos de febrero. “La rentabilidad obtenida por el S&P 500 desde entonces hasta los máximos de septiembre es coherente con el tramo final de un mercado cíclico alcista”, señala Álvarez.
CUIDADO CON LA MODA DEL VALUE…
Los gestores de renta variable de Rentamarkets, José María Díaz Vallejo y Juan Díaz-Jove, son más optimistas en cuanto a lo que le queda de vida a este ciclo, aunque advierten de los peligros del value investing, tan de moda en España tras la salida de Paramés de Bestinver en 2014.
“No nos sorprendería si este ciclo de crecimiento se prolonga dos o tres años más”, afirman, pero “los inversores no deberían olvidar que este estilo de inversión [el value] se vuelve masivo durante los mercados alcistas y se vuelve de nicho durante los bajistas”. A su juicio, los dos puntos débiles de la gestión value son que “ignora la macro y no gestiona el riesgo adecuadamente”.
Para compensar estos puntos débiles, aconsejan a los inversores poner un límite a la concentración de la cartera, usar estrategias paralelas enfocadas al control de riesgos o cubrir el riesgo divisa, entre otras medidas.
… PERO TAMBIÉN CON LA MODA DE LAS SMALL CAPS
El entorno de tipos al alza tiene una primera víctima: las pequeñas capitalizadas. Durante los últimos años, con los tipos al 0% y un fácil acceso al capital, el contexto ha sido muy beneficioso para las pequeñas compañías que, además, tras la crisis, hicieron sus deberes por el lado de los costes. Pero ahora el entorno es otro.
Las pequeñas empresas tienen “escasa capacidad de reducción de costes, cierta presión en las ventas y mayor presión en márgenes”. Además, puntualiza Diego Fernández Elices, director general de Inversiones de A&G Banca Privada, “sufrirían más que las grandes un entorno de tipos de interés más altos y mayores o, al menos, algunas dificultades de acceso al capital”.
Esta temática de inversión también se ha convertido en una moda en España a raíz del éxito comercial de Lola Solana con el fondo Santander Small Caps España, que incluso tuvo que cerrar a nuevas inversiones por un exceso de captaciones, al alcanzar los 1.300 millones de euros. El nuevo dinero no podía ser gestionado eficientemente por Solana, y de ahí el cierre del fondo por parte de Santander. Antes esa decisión, los inversores comenzaron a redirigir estos flujos a otros fondos abiertos de pequeñas y medianas compañías.
Pero los mercados pueden haber dado en octubre el “primer aviso” sobre este nicho de empresas en la bolsa. Sin ir más lejos, el Ibex 35 retrocedió un 5%, mientras que el Ibex Small Caps cayó el doble, un 10%, recuerda el gestor de A&G.