Nuevos ricos siguen emergiendo en el mundo. Ya son 19,6 millones de personas las que cuentan con grandes fortunas a lo largo y ancho del planeta, valoradas en un total de 74 billones de dólares, según la consultora Capgemini. Pero, ¿en qué invierten estas personalidades? La respuesta varía en función de su origen, pero un rasgo en común es que dedican, aproximadamente, un 30% de su patrimonio a la bolsa y mantienen un 25% en liquidez. Por lo que pueda pasar o para aprovechar oportunidades de compra.
El resto de su cartera está repartida entre renta fija (17%), activos inmobiliarios (14,5%) y otras inversiones alternativas (13%). Pero esta foto fija de sus inversiones es un promedio global, lo que deja diferentes realidades según la procedencia del patrimonio.
Por activos y regiones, los ultrarricos que más invierten en acciones son los norteamericanos, casi un 39%, y los que menos los latinoamericanos, solo un 22%, aproximadamente. En cuanto a la liquidez, las grandes fortunas que más ‘cash’ atesoran son las japonesas, un 29%, mientras que los latinoamericanos únicamente conservan un 22% en tesorería, de acuerdo al estudio de Capgemini.
El patrimonio de las grandes fortunas creció cerca del 9% en 2019 pese a la desaceleración económica global, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que acabó salpicando a Europa, y las tensiones geopolíticas. Las regiones de América del Norte y Europa, que representan alrededor del 11% y el 9% del crecimiento, respectivamente, han adelantado a la región de Asia-Pacífico (que representa el 8%) por primera vez desde 2012.
La riqueza sigue creciendo, aunque también se concentra. Los cuatro países con mayor número de ultrarricos -Estados Unidos, Japón, Alemania y China- aglutinan el 61,6% de la población millonaria. Esta tendencia lleva varios años sucediéndose. En 2012, el porcentaje era del 58,4%, si bien el año pasado ya se había elevado hasta el 61,1%.
EL PELIGRO DE LAS COMISIONES Y LAS ‘BIGTECHS’
Como al resto de los mortales, a los ricos también les ‘duele’ el dinero. Las comisiones altas en un mundo donde buena parte tiene tipos de interés al 0% pueden ser muy pronto cosa del pasado. Las grandes fortunas están empezando a ser más críticas con las comisiones aplicadas por los gestores de patrimonios, y un 33% afirma no sentirse cómodas con las tarifas de 2019. Previsiblemente, este rechazo aumentará como resultado de la volatilidad de los mercados, afirman los analistas de la consultora. Según el informe, casi dos de cada cinco grandes fortunas podrían cambiar de firma el próximo año debido, como principal motivo para un 42% de las grandes fortunas, al elevado importe de las comisiones.
Los ultrarricos también afirman que prefieren la aplicación de comisiones basadas en objetivos y servicio a las basadas en activos, lo que “indica un mayor nivel de exigencia con respecto al valor ofrecido por las comisiones cobradas”.
El reto para los gestores de patrimonios de ajustar las comisiones a la baja u ofrecer un mejor y más amplio servicio por el mismo coste llega en un momento crucial para la industria de la inversión, amenazada de lleno por el caballo de Troya de las ‘bigtechs’. El 74% de las grandes fortunas asegura que podrían considerar la contratación de servicios de gestión de patrimonios de las grandes tecnológicas, y hasta el 94% del 22% de grandes fortunas que afirma que podría buscar una nueva firma de gestión de patrimonios en los próximos 12 meses.