El banco central de EEUU eleva los intereses en un cuarto de punto
La Reserva Federal (Fed) ha cumplido lo previsto y ha elevado los tipos de interés en EEUU en un cuarto de punto, hasta el 1-1,25%. Además, ha anticipado otra subida más este año y tres adicionales en 2018. También ha anunciado que "empezará a normalizar el balance este año".
Tras el anuncio de subida de tipos, los tres índices principales de la bolsa de Nueva York se giraron a la baja, si bien el Dow Jones ha conseguido reponerse y ha cerrado la sesión con subidas del 0,23%, que lo devuelven a máximos históricos hasta los 21374 puntos. Por su parte, el Nasdaq y el S&P 500 han registrado pérdidas en la sesión de este miércoles del 0,41% y 0,10% respectivamente.
La cuestión ya está en el ambiente. El mandato de Yellen expira en febrero de 2018 y las especulaciones sobre su continuidad empiezan a ser constantes. Yellen, sin embargo, no parece preocupada. Ha reconocido que no ha hablado de su posible reelección con Donald Trump.
La subida anunciada este miércoles es la cuarta desde que la Fed empezó a elevar los tipos en 2015. Esta secuencia sitúa el precio del dinero en el 1-1,25%. No estaban por encima del 1% en la primera economía del mundo desde el otoño de 2008. El 8 de octubre de 2008, la Reserva Federal de EEUU, en coordinación con los bancos centrales de Europa y Japón, bajó los tipos al 1,5%. La acción, sin precedentes, se realizó para aliviar la asfixia financiera provocada semanas atrás por la quiebra de Lehman Brothers.
La moneda europea, que antes de la reunión esperaba en los 1,127 dólares, modera su paso ahora hasta los 1,122 dólares. Las alusiones a la futura reducción del balance de la Fed y la confirmación de que sigue habiendo espacio para subir los tipos una vez más en EEUU están propiciando el rebote del 'billete verde'.
Si bien el Dow Jones cotizaba con ganancias tras el anuncio, minutos después se ha girado a la baja y cae un 0,05%. En la misma línea, el Nasdaq y el S&P 500 se dejan ya un 0,60% y un 0,30%.
En el comunicado oficial en el que ha anunciado la subida de los tipos, la Fed ha detallado que empezará a normalizar su balance este año. En este sentido, y como se esperaba, ha anticipado que el primer paso consistirá en ir "reduciendo la reinversión" del dinero procedente del vencimiento de los títulos que tiene ahora en su cartera. Hasta ahora, sigue dedicando todo ese dinero a la compra de títulos, de ahí que el balance no adelgace pese a que la última ronda de expansión cuantitativa, el QE3, finalizó en 2014.
La Fed ha cumplido los pronósticos y subirá los tipos de interés un cuarto de punto, del 0,75-1% al 1-1,25%. Tras el anuncio, signo mixto en Wall Street, que, no obstante, permite al Dow Jones marcar un nuevo récord por encima de 21.300 puntos. Nasdaq y S&P 500 registran pérdidas moderadas del 0,09% y 0,04% respectivamente.
Las nuevas previsiones económicas de la Fed reflejan un crecimiento algo mayor, menos paro y la ausencia de presiones inflacionistas. Eleva el crecimiento previsto para este año del 2,1% al 2,2%, y mantiene los de 2018 y 2019 en el 2,1% y en el 1,9%, respectivamente. Ahora rebaja la previsión de desempleo al 4,3% en 2017 y al 4,2% en 2018 y 2019, cuando en marzo lo situaba en el 4,5% para los tres años. Y en cuanto a la inflación, baja la de 2017 del 1,9% al 1,6% y mantiene las de 2018 y 2019 en el 2%.
Para el próximo año, los miembros prevén hasta tres subidas más de los tipos de interés. De este modo, llegarían al 2-2,25%. Este pronóstico supone una rebaja con respecto a marzo. En ese momento, los componentes de la Fed contemplaban hasta cuatro repuntes en 2018, hasta el 2,25-2,5%.
Las previsiones de los miembros de la Fed confirman, como en marzo, que hay espacio para subir los tipos una vez más en 2017. Ocho de sus integrantes sitúan los intereses a final de año en el 1,25-1,5%; cuatro, en el 1,5-1,75%; y otros cuatro en el 1-1,25% en el que están vigentes desde hoy.
Ya está. La Fed ha confirmado en junio que "actualmente espera empezar a implementar la normalización del balance este año". Actualmente, y tras las masivas compras de deuda acometidas entre 2008 y 2014 para combatir los efectos de la crisis, el balance de la institución alcanza los 4,5 billones de dólares, un volumen sin precedentes.
Como en marzo, la decisión de subir los tipos no ha sido unánime. Ha habido un voto contrairo, el de Neel Kashkari. Como hace tres meses, hubiera preferido no encarecer el precio del dinero.
El banco central estadounidense cumple los pronósticos y eleva el precio del dinero en un cuarto de punto, del 0,75-1% al 1-1,25%. Es el segundo incremento de 2017. La Fed no subía los tipos al menos dos veces en un mismo año desde 2006.
La renta variable estadounidense también está a la espera de 'órdenes' de la Fed. A pocos minutos de conocer el veredicto del banco central de EEUU, el Dow Jones sube un 0,1%, hasta los 21.343 puntos, y el S&P 500 cede un 0,1%, hasta los 2.438 puntos.
Es uno de los 'chivatos' que suele avisar de la llegada de las recesiones. Se trata de la 'curva invertida', que ha predicho las siete últimas recesiones que ha sufrido la mayor economía del mundo. ¿Qué es la 'curva invertida'? Es la situación que se produce cuando la rentabilidad de la deuda pública a corto plazo es superior a la de los bonos a largo plazo. En las últimas semanas, la curva de rendimientos de la deuda estadounidense se está aplanando, que es el preludio de la curva invertida. Actualmente, la rentabilidad del bono a dos años se encuentra en el 1,30% y la de los títulos a 10 años, en el 2,11%. O lo que es lo mismo, entre ambos hay 81 puntos básicos, cuando hace un mes estaba en los 103 puntos básicos.
Las dos principales divisas del mundo ya esperan la cita con la Fed. Y el euro llega crecido. La moneda europea se aprecia un 0,5% y se estira hasta los 1,127 dólares, con lo que se mueve en zona de máximos desde el verano de 2016. El mercado está descontando que, ante la ausencia de presiones inflacionistas, el banco central estadounidense no acelerará la subida de los tipos y podrá seguir adelante con una gradual retirada de los estímulos monetarios.
La presidencia de Yellen expirará el próximo 3 de febrero. Si, como parece, no es propuesta por el presidente estadounidense, Donald Trump, para un segundo mandato o ella declina directamente ese ofrecimiento, tras la cita de junio sólo le quedarían cinco reuniones por delante como presidenta de la Fed, cuatro en 2017 y una en 2018. Sin duda, esta incógnita irá creciendo cuanto más se acerque el final de sus cuatro años de presidencia sin que sea despejada.
En esta cita la Fed también actualizará sus previsiones económicas para la mayor potencia del planeta. En marzo situaba el crecimiento estadounidense en el 2,1% en 2017 y 2018 y en el 1,9% en 2019; el paro, en el 4,5% en 2017, 2018 y 2019; y la inflación, en el 1,9% en 2017 y en el 2% en 2018 y 2019.
Pero con los tipos ya no basta. Si durante la crisis han sido las políticas extraordinarias, con las sucesivas rondas de compras de activos -QE1, QE2 y QE3- realizadas entre 2008 y 2014, las que marcaron la auténtica dimensión del arsenal anticrisis disparado por la Fed, ahora ocurre lo mismo... pero en la dirección contraria. Esas compras engordaron el balance de la Fed hasta los 4,5 billones de dólares, un volumen sin precedentes en el que aún permanece. El reto que Yellen afronta consiste en decidir cuándo empezará a adelgazar este balance, cómo y a qué ritmo.