Se esperan posibles cambios en la orientación a los mercados
El Banco Central Europeo (BCE) ha revisado sus orientaciones sobre los tipos de interés en su reunión del mes de julio. "En apoyo de su objetivo simétrico de inflación del dos por ciento y en consonancia con su estrategia de política monetaria, el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales se mantengan en sus niveles actuales o en niveles más bajos hasta que vea que la inflación alcanza el dos por ciento mucho antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera durante el resto de dicho horizonte", señala, y considera que "los progresos realizados en materia de inflación subyacente están lo suficientemente avanzados como para que la inflación se estabilice en el dos por ciento a medio plazo".
"El Consejo de Gobierno ha revisado hoy sus orientaciones sobre los tipos de interés. Lo ha hecho para subrayar su compromiso de mantener una orientación persistentemente acomodaticia de la política monetaria para alcanzar su objetivo de inflación", aduce el organismo presidido por Christine Lagarde.
Tras afinar su estrategia hace dos semanas, el Banco Central Europeo ha ajustado hoy sus orientaciones sobre los tipos de interés. Pero, ¿afectan estos cambios a las perspectivas políticas? En nuestra opinión, no, dicen los expertos de Berenberg. "Aunque el BCE ha modificado un poco el escenario del debate, las mismas palomas y halcones siguen sentados en la misma mesa de Fráncfort para fijar la política monetaria. Al reafirmar una proyección de sólo el 1,4% de inflación para 2023, el BCE ya había dejado claro en junio (y en marzo) de este año que espera mantener los tipos más allá de 2023. La declaración de hoy del BCE hace lo mismo de una manera ligeramente diferente".
“No es de extrañar que la nueva interpretación del mandato del BCE se parezca preocupantemente a la anterior con un bonito lazo", dice Aberdeen Standard Investments. "Se ha modificado la declaración de forma muy semántica, pero la realidad es que el BCE sigue previendo un enorme déficit de inflación en el horizonte de la política monetaria y, sin embargo, no aporta nuevas herramientas o cambios de política para intentar cerrar esta brecha". "Lo mejor que puede hacer el BCE es seguir comprando bonos en cantidad suficiente para aplastar a cualquier justiciero tentado, mientras espera que de alguna manera la realidad estructural cambie. La esperanza no es una gran estrategia. La reacción inicial del mercado expresó una sensación de confusión sobre qué hacer con todas estas nuevas palabras. Desde entonces, los bonos y los diferenciales se han consolado con la ausencia de cualquier sugerencia de que las compras de activos vayan a desaparecer".
Lagarde: "Nuestra orientación de tipos se ajusta a nuestra nueva estrategia", reconoce algunas discrepancias en el Consejo de Gobierno.
"El objetivo no es mantener los tipos bajos, sino alcanzar el objetivo de inflación", subraya Lagarde. "Si los bancos centrales y los gobiernos no hubiéramos hecho todo lo que hemos hecho, habría más desempleo", señala, sacando pecho de su tarea en la crisis del Covid.
Lagarde: "Estamos informado por científicos y tenemos información que se traduce en la economía para determinar cuando al crisis del Covid se ha acabado".
Por primera vez desde el inicio de la pandemia, nuestra encuesta sobre préstamos bancarios indica que la financiación de la inversión fija es un factor importante que impulsa la demanda de préstamos a las empresas.
"Seguimos esperando que las compras en el marco del programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP) durante el trimestre en curso se realicen a un ritmo significativamente mayor que durante los primeros meses del año", indica la presidenta del BCE.
La inflación ha repuntado, aunque se espera que este aumento sea principalmente temporal. Las perspectivas de inflación a medio plazo siguen siendo moderadas, ha dicho Lagarde.
El Consejo de Gobierno seguirá efectuando compras netas de activos en el marco del PEPP con una dotación total de 1.850 mm de euros al menos hasta el final de marzo de 2022 y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del coronavirus ha terminado.
Dado que la información más reciente ha confirmado la valoración conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación realizada en la reunión de política monetaria de junio, el Consejo de Gobierno sigue esperando que las compras en el marco del PEPP durante el trimestre actual continúen a un ritmo significativamente más elevado que en los primeros meses del año.