El BCE eleva las previsiones de crecimiento e inflación en 2017
El BCE celebra este jueves la segunda reunión de política monetaria del año en medio de las renovadas presiones inflacionistas y del ambiente electoral predominante en la Eurozona. O lo que es lo mismo, un panorama muy distinto al existente hace justo un año.
La segunda reunión de política monetaria de 2017 ha comenzado según lo previsto, dejando los tipos y las compras de deuda sin cambios, y ha terminado con la sensación de que algo está empezando a removerse en el seno de la institución monetaria. Aunque, desde luego, Draghi no ha anticipado un endurecimiento de las condiciones monetarias y, de hecho, ha reforzado su compromiso con la actual estrategia del BCE -"Es la apropiada", ha defendido-, también ha mostrado un cambio de actitud. Principalmente, porque ha admitido que el BCE ya no juzga necesario mantenerse en alerta para adoptar más medidas expansivas, como la de rebajar más los tipos, y porque ha desterrado la amenaza de la deflación. Así, y por mucho que la entidad tenga previsto mantener las compras de deuda en el mercado hasta final de año -o más allá si es preciso- y no tocar los tipos hasta que finalicen esas adquisiciones, con esos matices ha abierto la puerta a la posibilidad de que el BCE empiece a preparar el terreno para ir reduciendo sus estímulos. El mercado, de hecho, es la conclusión que está extrayendo tras la comparecencia del banquero italiano.
El presidente del BCE finaliza la rueda de prensa posterior a la segunda reunión de política monetaria de 2017.
Draghi también ha realizado una encendida defensa del euro y de su contribución en el proyecto de integración europeo. "El euro ha sido el pilar sobre el que el mercado único puede prosperar. El euro está aquí para permanecer. Es irrevocable", ha asegurado.
Draghi ha reconocido que la situación económica ya no es tan preocupante, que el escenario de riesgos se ha equilibrado para bien y que, por este motivo, ya no cree preciso mantener la expresión de que el BCE "usará todos los instrumentos dentro de su mandato". Esta menor urgencia del BCE se traduce en un mayor ímpetu alcista del euro. La 'moneda única', que esperaba a Draghi en los 1,055 dólares, escala hasta los 1,061 dólares, con una apreciación diaria del 0,7%.
Aunque ha reforzado su compromiso con la actual estrategia del BCE, como también ha rebajado el nivel de preocupación existente ahora en la entidad, Draghi ha expuesto que medidas que "antes eran posibles, ahora lo son menos". En concreto, se ha referido que la entidad descarta la posibilidad de que sea necesario bajar más los tipos. Entierra así el debate, mantenido durante varios meses de 2016, sobre la posibilidad de que el BCE pusiera los tipos oficiales, situados en el 0% desde marzo de 2016, en terreno negativo.
El comunicado oficial expuesto en público por Draghi incluye una de esas variaciones tan del gusto de los banqueros centrales en los últimos años. Hasta la fecha, el BCE incluía en su comunicado una mención a que "el Consejo de Gobierno actuará usando todos los instrumentos disponibles dentro de su mandato". Esta vez, sin embargo, ha omitido esta expresión, un cambio que Dragi ha justificado alegando que las condiciones actuales no requieren medidas urgentes ni una disposición para actuar con la prisa requerida en otros momentos.
Draghi también ha defendido durante la rueda de prensa que "el Consejo de Gobierno estima que la actual política monetaria es apropiada". Ha reforzado así la impresión de que, por el momento, la entidad no tiene previsto reducir la acomodación monetaria.
"Nuestra política monetaria es un éxito", ha asegurado Draghi en la rueda de prensa. Defiende así que la estrategia monetaria de la entidad está funcionando. Y ha expuesto varios datos para fortalecer su posición. "La tasa de paro de enero es la más baja desde mayo de 2009", ha resaltado. "Los riesgos de deflación han desaparecido ampliamente", ha añadido.
En un año marcado por las citas electorales de Holanda, Francia y Alemania, Draghi ha insistido en su tradicional mensaje de que la Eurozona precisa más "reformas estructurales" para consolidar la recuperación. "Otras políticas deben contribuir mucho más decisivamente para fortalecer el crecimiento", asegura el presidente del BCE.
La entidad también ha actualizado sus previsiones sobre la inflación. Sobre todo, las de 2017, que el propio Draghi ha reconocido que se han revisado al alza "significativamente". La nueva previsión sitúa la inflación este año en el 1,7%, frente al 1,3% anterior. La de 2018 pasa del 1,5% al 1,6% y la de 2019 permanece en el 1,7%.
El BCE eleva su previsión de crecimiento para 2017 del 1,7% al 1,8% y para 2018, del 1,6% al 1,7%. Deja sin cambios la de 2019, que permanece en el 1,6%.
Draghi asegura en la rueda de prensa que la actual estrategia necesaria aún es precisa. "Nuestras medidas de política monetaria continúan preservando unas condiciones de financiación muy favorables que son necesarias para alcanzar el objetivo de inflación", consistente en situarla por debajo, pero cerca, del 2%.
A segundos de que empiece la rueda de prensa de Draghi, el Ibex permanece en torno a los 9.900 puntos. El índice esperará los mensajes del banquero italiano para ver si prolonga sus avances o si digiere las últimas subidas.
A la espera de lo que Draghi diga en la rueda de prensa que ofrecerá desde las 14.30 horas, el euro se mantiene en los mismos niveles en los que aguardaba el comunicado del BCE. La 'moneda única' se cambia a 1,055 dólares.
El BCE también ha repetido otro de sus 'mantras' para dejar claro que por ahora su estrategia expansiva no se altera. "El Consejo de Gobierno sigue esperando que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales, o en niveles inferiores, durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos", ha insistido la entidad. Como pronto, no se esperan incrementos en el precio del dinero en la Eurozona hasta bien entrado 2018.
Despejado el comunicado en el que el BCE ha dejado sin cambios los tipos y la compra de activos en el mercado, toda la atención se centrará ahora la comparecencia que Draghi ofrecerá desde las 14.30 horas. La actualización de las previsiones económicas de la entidad se antoja clave para intuir cuáles pueden ser sus intenciones futuras, así como la posibilidad de que durante la reunión del Consejo de Gobierno hayan existido voces discordantes con la actual estrategia de la institución.
En su comunicado oficial, el BCE pretende dejar claro que su estrategia no ha variado y que su intención, lejos de ajustar más las compras de deuda, pasa incluso por mantenerlas o prolongarlas en el tiempo si resulta preciso. "Si las perspectivas fueran menos favorables, o si las condiciones financieras fueran incompatibles con el progreso del ajuste sostenido de la senda de inflación, el Consejo de Gobierno prevé ampliar el volumen y/o la duración de este programa", afirma en su comunicado.
El BCE tampoco ha alterado la hoja de ruta que definió en diciembre de 2016 con respecto al programa de compra de activos (APP, por sus siglas en inglés). En marzo seguirá dedicando 80.000 millones de euros a la compra de deuda y en abril la reducirá hasta los 60.000 millones de euros mensuales "hasta el final de diciembre de 2017 o hasta una fecha posterior si fuera necesario".
La entidad presidida por Mario Draghi cumple el guión previsto. Mantiene los tipos de interés oficiales en el 0% y los de la facilidad de depósito en el -0,040%.
El Ibex espera la decisión del BCE y la comparecencia de Draghi en los niveles más altos desde 2015. Este jueves se mueve en torno a los 9.900 puntos, con los bancos e Inditex a la cabeza y con intenciones de lanzarse hacia los 10.000 puntos... salvo que Draghi decepcione con una posición más dura de la esperada por los inversores.