Noemí Jansana | Bolsamania | 12 dic, 2019 12:31 - Actualizado: 12 dic, 2019
La última reunión del Banco Central Europeo (BCE) del año ha sido la primera para su flamante presidenta, Christine Lagarde. Como era esperado, la nueva directora de la política monetaria de la Eurozona se ha sujetado a la doctrina de su predecesor, Mario Draghi, pero no ha dejado escapar la ocasión para marcar perfil y dejar claro que tendrá "su propio estilo". "Voy a ser yo misma", ha declarado la banquera central, para insistir en que ni paloma ni halcón, ella quiere se "un búho porque es símbolo de sabiduría". Como se había anticipado, también ha anunciado que, bajo su mandato, revisará la estrategia del BCE, intacta durante 16 años: será a inicios de 2020 y acabará antes de finales del año próximo.
Nada justificaba un cambio en los tipos o en el rumbo del banco central, después de los anuncios del mes de septiembre, así que Lagarde ha reiterado la necesidad de mantener una postura acomodaticia. Los tipos de financiación y a la facilidad marginal de crédito se mantienen sin variación en sus niveles actuales del 0,00% y el 0,25% respectivamente. El tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito sigue en el mínimo histórico de -0,50%, después de la rebaja de 10 puntos básicos de septiembre.
No obstante, el tono de su discurso ha sido optimista. "La desaceleración del crecimiento de la economía de la zona euro ofrece signos de estabilización al mismo tiempo que se registra un moderado aumento de la inflación subyacente". Las previsiones para 2022, lo confirman: PIB en el 1,4% e IPC en el 1,6%.