Enero es época de cambios en las retenciones de IRPF y si bien las que practican los trabajadores autónomos no se deben recalcular con tanta asiduidad como las de los asalariados, este enero de 2014 supone una excepción al respecto. Y es que finalmente se ha hecho hecho público lo que era un secreto a voces: la retención de IRPF para los autónomos seguirá siendo del 21% en 2014.
Cabe recordar que la medida de elevar la retención a cuenta del IRPF en las facturas de los trabajadores por cuenta propia del 19% al 21% tenía en principio un carácter temporal y sólo se aplicaría entre 2012 y 2013 para tratar de cuadrar las cuentas del Estado. Sin embargo, como suele ser habitual, una decisión transitoria va camino de convertirse en perpetua. Por el momento sólo el Real Decreto-ley 1/2014, de 24 de enero, de reforma en materia de infraestructuras y transporte, y otras medidas económicas sólo amplía esta retención adicional durante el ejercicio de 2014. Es decir, que al finalizar el ejercicio en curso deberían volver a aplicarse niveles ‘normales’ o, en su defecto, incrementar de nuevo el plazo.
Los niveles ‘normales’ o ‘razonables’ serían los anteriores a esta medida excepcional, que fijaban la retención general en el 19% y en el 7% para los autónomos que iniciasen su actividad pro primera vez, que podrían aplicar este porcentaje durante los dos primeros años de actividad.
Las retenciones y cotizaciones, a debate
Esta medida ha servido para reavivar el debate sobre las cotizaciones y retenciones de los autónomos. Según diferentes fuentes, el Gobierno estaría barajando que los autónomos c
otizasen en función de sus beneficios y no sobre las actuales bases de cotización que pueden elegir libremente. De hecho, la mayor parte de los trabajadores por cuenta propia cotizan por el mínimo. En concreto, ATA cifra en 700.000 los autónomos cuyos ingresos y beneficios superan los 30.000 euros anuales y que cotizan por la base mínima. Que estos autónomos cotizasen en función de sus ingresos supondría un importante ingreso para las arcas de la Seguridad Social.
Otra cuestión diferente es que también existen muchos autónomos cuyos ingresos no alcanzan ni siquiera la cuota mínima o que, ganando el Salario Mínimo Interprofesional de 2014 deben destinar más de 250 al pago de sus cuotas.
En esta misma línea se mueve la propuesta de modificar la forma en que se establecen las retenciones de IRPF para los autónomos, que ahora se basan en un porcentaje fijo sin tener en cuenta los ingresos o la situación personal. Está sobre la mesa un cambio para que se calculen de forma similar a la de un trabajador asalariado. A efectos prácticos, esto supondría liberar una importante parte de los ingresos de los autónomos, que ahora se destina a adelantar dinero para la declaración de la renta. La propuesta pasaría por calcular la retención en función, por lo menos, de los ingresos del trabajador, de forma que el porcentaje final se adapte mejor a la realidad del resultado de la declaración de la renta.
Imagen – Pixbay.com
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