La red ha destapado toda una economía doméstica cerrada hasta hace unos pocos años. Desde apps para la venta de objetos de segunda mano hasta la posibilidad de alquilar tu casa a otras personas por vacaciones o hacer de taxista con Uber. Nuevas formas de ganar dinero… y también de tener que pagar impuestos.
«En esta vida sólo hay dos cosas seguras, la muerte y pagar impuestos» decía Benjamin Franklin y no le faltaba razón. Con la ley en la mano Hacienda puede fiscalizar prácticamente cualquier ingreso que obtengamos y si somos autónomos incluso los favores que hagamos a amigos usando nuestro material profesional. El problema es que rara vez reparamos en esta cuestión y eso puede ser un problema en un mundo tan abierto gracias a internet.
Si has usado Wallapop para vender tu viejo ordenador, has alquilado tu cada para veranear o simplemente has creado un blog o un canal de Youtube con un código de adsense, tendrás que pagar impuestos. Ya no digamos si eres uno de los chóferes de Uber. Estas son algunas de las Apps por las que tendrás que pagar impuestos y el motivo por el que deberás hacerlo.
WallaPop
El lema de esta aplicación es «gana dinero vendiendo aquello que no usas y encuentra oportunidades cerca de ti» y lo que le diferencia del resto es precisamente esa capacidad de mostrarte sólo lo que se vende en un reducido radio de tu casa. Desde el punto de vista de gestión financiera es una buena idea sacar un dinero extra por algo que no vas a usar, aunque desde el punto de vista fiscal debes tener en cuenta que puedes tener que pagar impuestos por la ganancia patrimonial que obtengas. Es decir, si compraste un objeto por 40 euros y lo vendes por 60 euros habrás ganado 20 euros por los que deberás pagar como ganancia patrimonial dentro de las rentas del ahorro.
Por fortuna, en la mayoría de transacciones el valor de venta es menor y en ese caso no hay ganancia que imputar -aunque tampoco pérdida, al entenderse que la pérdida de valor está relacionada con el paso del tiempo, no con el propio activo-. Eso sí, recuerda ponerlas al hacer la renta 2015 porque Hacienda estará pendiente de este tipo de operaciones como parte de su campaña de lucha contra le fraude.
Esto también se aplica a eBay, Segunda Mano y cualquier plataforma similar.
Airbnb
Airbnb es una aplicación que ha triunfado, entre otras cosas, por ofrecer alojamiento barato en casa de otras personas bajo un marco seguro. Si has alquilado una vivienda para tus vacaciones en Airbnb será como si hubieras ido a un hotel a efectos fiscales. La cosa cambia si eres uno de los anfitriones, es decir, si alquilas tu vivienda a otras personas. En este caso tendrás que pagar impuestos sí o sí por el dinero que recibas.
El alquiler vacacional está regulado y debe declararse como cualquier otro alquiler. Además, en algunas comunidades será incluso necesario darse de alta como empresario.
Esto también se aplica a otras iniciativas como Wimdu o Niumba
Aquí te contamos cómo se declara el alquiler vacacional.
Uber
El caso de Uber es más complicado de lo que pueda parecer por la forma en la que está regulado el sector del transporte de pasajeros en España y la necesidad de contar con una licencia. Lo que en cualquier caso has de tener claro es que si te haces taxista de Uber estarás desarrollando una actividad económica y que deberás tributar por ella como tal. De hecho, incluso sería necesario que te dieses de alta en el Impuesto de Actividades Económicas y te hicieses autónomo.
El famoso BlaBlaCar es algo diferente, ya que a efectos prácticos no estás dedicándote al transporte de pasajeros, sino compartiendo los gastos del viaje.
CashPirate
Esta es una de las apps más antiguas que básicamente te pagan por navegar, ver vídeos y descargar otras aplicaciones en tu móvil. El desembolso no es demasiado grande, pero como todo ingreso, deberás pagar por él.
Esto se puede aplicar a casi todos los formatos de pago por el uso del móvil como AppDown, o TapOro o Gatwin.
Gigwalk
Esta es una aplicación más extendida en Estados Unidos y que paga por realizar tareas de lo más diverso, desde ir a ver si los frigoríficos de una tienda tiene una bebida concreta hasta ver como funciona una app o revisar el mostrador de una tienda. En este sentido, sería el mejor ejemplo de economía sumergida.
Otra alternativa por la que también se extiende a otras apps como Rewardable.
Crowdbuying
En este caso más que de una app concreta tenemos que hablar de un modelo de compra o inversión como es el crowdfunding. Y es que a través de él no sólo se subvencionan proyectos, también se puede convertir uno en accionista de una empresa e incluso hacer algo tan grande como comprar una casa. Proyectos como Housers permite a cualquier persona comprar una vivienda junto con otros usuarios desde sólo 100 euros y convertirse en copropietario de un inmueble para venta, alquiler…
Para este tipo de aplicaciones está por un lado la fiscalidad del crowdfnding en general y por otra el dinero que se obtiene del alquiler, que se incluiría como tal al hacer el IRPF dependiendo del modelo de compra de la vivienda.
Y por su puesto, si tienes un blog, un canal de YouTube o haces apuestas online, Hacienda también querrá su parte. De hecho, este tipo de actividades son uno de los focos de Hacienda en este 2015.
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