Hay aspectos básicos que es imprescindible conocer sobre la declaración de la renta y los tramos de IRPF vigentes es uno de ellos. Su distribución determinará cuántos impuestos pagarás. Te explicamos los que se aplican en la renta 2014 y cuál es su funcionamiento.
Los tramos de IRPF marcan el tipo de gravamen que habrá que pagar en la declaración de la renta y sirven como baremo para saber cuánto habrá que pagar a Hacienda cada año. Mediante el uso de las tablas de IRPF y el modelo 145 de retenciones de IRPF podremos, además, anticipar en hasta cierto punto qué parte de nuestros ingresos habremos de destinar al pago de impuestos.
Desde un punto de vista técnico, los tramos de IRPF 2014 marcan los intervalos que Hacienda fija para el pago de la declaración de la renta en función de los ingresos de cada contribuyente. En el caso de la renta 2014 se aplican las tablas en principio temporales para 2012 y 2013 y que cambian en 2015 tras la reforma fiscal.
Qué tramos hay en 2014
Las tablas de IRPF de 2014 se componen de siete tramos que aplican un porcentaje entre el 24,75% y el 52% a la base liquidable del impuesto. Esta distribución hace que el Impuesto sobre la Renta tenga carácter progresivo y que quienes más ganan paguen más, algo que por ejemplo no ocurre con otros tributos como el IVA, de igual aplicación para todos los ciudadanos.
Tramos autonómicos
Además de los tramos generales que se aplican en todo el Estado salvo en País Vasco y Navarra, el IRPF cuenta con una parte autonómica cedida a cada comunidad. Esto se traduce en que cada región dispone de sus propios tramos de IRPF para la parte autonómica y a que también puede establecer sus propias deducciones, siempre dentro de los límites generales del impuesto.
Los tramos autonómicos son los que hacen que, por ejemplo, en Cataluña se paguen más impuestos que en Madrid.
Sobre qué renta se aplican los tramos
Uno de los errores más comunes a la hora de interpretar las tablas de IRPF pasa por considerar la cuantía económica sólo como el salario, cuando en realidad el capital de las tablas es la suma de los rendimientos y las rentas del ahorro menos los mínimos exentos de tributar y las deducciones que se puedan practicar.
En este sentido, lo primero que debes tener en cuenta es que Hacienda no sólo incluye el sueldo en el IRPF, también el dinero que hayas ingresado a través de tus inversiones e incluso el que hayas ganado en sorteos, loterías y apuestas. Aunque existen algunas rentas exentas, la norma es que la AEAT te haga tributar casi por cualqueir ingreso.
Además, a la hora de fijar el tipo marginal de IRPF -el máximo que pagarás- influyen otros factores más allá de la nómina. Las propias tablas de IRPF tienen en cuenta las circunstancias personales de cada contribuyente y, según se recoge en el artículo 81del Reglamento del IRPF, distingue tres tipos de situaciones:
Estos datos se utilizan, entre otras cosas, para calcular las retenciones de IRPF que deberán practicarse en la nómina de cualquier trabajador. Para ello se combinarán los datos de ambas de la siguiente forma: la primera tabla del artículo se refiera a los tramos de IRPF existentes y se aplica sobre los ingresos obtenidos, sobre los que después habrá que restar el mínimo exento, determinado por la segunda tabla. De esta forma, los ingresos hasta 5.050 euros, incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social tributan al 0%, los ingresos entre 5.050 y 17.360 euros tributarán al 24,75% y así sucesivamente. Después, la situación familiar sirve para elevar las cantidades que tributan al 0%.
En la siguiente tabla puedes ver además los mínimos familiares y personales con más detalle (puedes pulsar para hacerla más grande):
Estos mínimos se restarán de la base imponible, que es la suma del dinero con el que Hacienda parte para tu declaración. Después podrás restar también otras reducciones de IRPF -por ejemplo la inversión en planes de pensiones- y, por supuesto, las deducciones a las que tengas derechos como por ejemplo la inversión en adquisición en vivienda o el alquiler, por nombrar dos de las más habituales. El resultado de todo esto dará lo que se conoce como base liquidable, que será sobre la que se apliquen los tramos de IRPF.
Cómo funcionan los tramos
Los tramos de IRPF se aplican de forma escalonada y el máximo que pagarás es lo que se conoce como tipo marginal, pero este no coincidirá con el tipo medio, es decir, el porcentaje medio de tus ingresos que destinará al pago del IRPF. Esto se debe a la forma en la que está estructurado el impuesto para ser progresivo.
Para que lo tengas más claro, si tu base liquidable es de 35.000 euros no tendrás que pagar un 40% de impuestos ni mucho menos. Este será tu tipo marginal, el tipo medio será mucho menor. Y es que pagarás un 24,75% por los primeros 17.707 euros (4.382,48 euros), un 30% por los 14.300 euros que van desde los 17.707 a los 33.007 euros (4.290 euros) y finalmente un 40% por el excedente hasta 35.000 euros (797,2 euros). -este ejemplo no incluye los tramos autonómicos–
La traducción de estos cálculos en el resultado de tu declaración de la renta es que en lugar de tener que pagar 14.000 euros a Hacienda, sólo abonarás 9.469,68 euros.
Y ahora que ya conoces las tablas de IRPF que se aplican en 2014, te invitamos a que veas cómo quedan los tramos en 2015 y siguientes ejercicios.
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