6- Ajusta tu inversión a tu dinero
Una de las fórmulas más fáciles de ‘fundir’ una cuenta es dejarse el dinero en operaciones. De hecho, uno de los problemas de las inversiones con un bajo capital inicial es el pago de comisiones a los broker por comprar, vender y mantener los títulos -da igual que se trate de ETFs, acciones o fondos-. Aunque no se trata de una cuestión estrícticamente impositiva, hay que ajustar el tipo de operativa a las posibilidades de nuestra economía.
Dicho de otra forma, si no quieres que tu dinero se esfume en comisiones y no tienes mucho capital de partida, quizás deberías optar por ETFs y fondos de inversión pasiva frente a los más activos que tienden a cobrar más comisiones.
Imágenes – Creativa Images, isak55, Markgraf, Natata y Boykung
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