3- Los dividendos, a los fondos
Si eres de los que invierte en dividendos, debes saber que la fiscalidad de los dividendos ha cambiado y desde 2015 ya no existe la exención sobre los primeros 1.500 euros obtenidos por esta vía. En la Renta 2015 los dividendos tributarán como el beneficio que hayas obtenido por tus acciones, sin descuento alguno, por lo que pagarás entre un 19% y un 24% de tus dividendo a Hacienda.
Evidentemente, el cambio legislativo resta atractivo a una estrategia que hasta ahora era muy popular. ¿La alternativa? Pasarse a los fondos de inversión. Y es que en realidad, al eliminarse la ventaja fiscal se equipara el tratamiento fiscal de los dividendos al de los fondos de reparto de dividendos, pero no así a los de acumulación -no reparten el dividendo entre los partícipes, sino que lo conservan, haciendo crecer el patrimonio del fondo. La diferencia contra las otras dos opciones es que el fondo sólo tributa al 1% y tú como partícipe sólo pagarás impuestos al vender el fondo, lo que permitirá a tu dinero crecer más rápido. ¿Todavía no lo ves claro? ¡Pasa al siguiente punto y ahondaremos en este aspecto!
¿Algo que añadir? ¡No te cortes!