Uno de los errores más habituales en la declaración de la renta pasa por confirmar el borrador sin prestarle la suficiente atención. En numerosas ocasiones hemos destacado la necesidad de revisar el borrador de la renta 2013 antes de aprobarlo, ya que puede contener errores, inexactitudes y, al final hacernos pagar más IRPF del debido.
En el fondo, no debemos olvidar que el borrador de la renta no es sino la declaración confeccionada por Hacienda con los datos que ésta posee de cada contribuyente, que pueden no estar completos tanto en parte de información personal como monetaria. Por eso, hay que repasar estas cifras y la forma en la que se aplican en la renta 2013. Y es que en caso de error en una declaración aprobada, la responsabilidad recaerá siempre sobre el contribuyente. Dicho de otra forma, es tarea y obligación nuestra cerciorarnos de que todo lo que incluye el documento es correcto y legal antes de formarlo o dar nuestro ‘Ok’.
La propia AEAT así lo advierte e incluso reconoce que podría no disponer de todos los datos necesarios para hacer una declaración correcta. Para evitar posteriores reclamaciones o el engorro de tener que presentar una declaración complementaria, estos son los puntos en los que debemos poner más atención:
- Datos personales y familiares: es habitual que Hacienda pase por alto cuestiones tan importantes a nivel personal e impositivo como el matrimonio o la maternidad. Quienes hayan sido mamás deberán incluir a su recién nacido y cerciorarse de que se practica la deducción por maternidad según figura en la casilla correspondiente del IRPF.
- Referencias catastrales de los inmuebles: este elemento genera, además, buena parte de las dudas más habituales respecto al IRPF y vivienda. Quienes no dispongan de esta información podrán buscarla en la página web de castastro.
- Deducción por vivienda: aunque se haya practicado en ejercicios anteriores es habitual que no aparezca marcada por defecto. Para comprobarlo bastará con acudir al Anexo A1.
- Cuotas sindicales y aportaciones a colegios profesionales: las primeras desgravan, al igual que las segundas cuando se refieren a profesionales en las que la pertenencia a un colegio o asociación es de obligado cumplimiento para poder ejercer.
- Aportaciones a planes de pensiones: si hemos aportado alguna cantidad al plan de pensiones habrá que cerciorarse de que está bien recogida y que se reduce la base imponible.
- Obras de mejora: aunque las reformas ya no desgravan en 2013, sí que se puede deducir por las cantidades no deducidas o las pagadas en 2013 por obras iniciadas en 2012.
- Deducciones autonómicas: es otro de los apartados que habremos de repasar sí o sí, ya que el borrador muchas veces olvida incluir las deducciones autonómicas a las que se tienen acceso o, simplemente, no dispone de datos para hacerlo. Sería el caso de las deducciones por material escolar que aportan algunas comunidades o las referidas a adopciones, por poner dos ejemplos.
En términos generales, es beneficioso repasar las deducciones que podemos practicar en el IRPF y comprobar que se aplican a las que tenemos derecho.
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