Qué pasa con la cuota de autónomo en 2023 si sigues cotizando por la mínima

Una de las principales novedades para autónomos en 2023 es la entrada en vigor del sistema de cotización según ingresos reales.

En otras palabras, que los empleados por cuenta propia cotizarán a la Seguridad Social según lo que ingresen y ganen y no por una escala fija que ellos mismos pueden decidir. Por lo menos esa es la teoría y lo que buscan los cambios que entraron en vigor el 1 de enero de 2023.

Pero una cosa es lo que se persigue y otra la que se consigue. Y es que, por un lado, los cambios en las cotizaciones no se activarán hasta marzo para los autónomos que están dados de alta y, por otro, es posible saltarse temporalmente este aumento de la cuota si es tu caso.

Esto es lo que pasa con la cuota de autónomos y las consecuencias (o no) de pagar la cuota mínima y no ajustarla a los ingresos reales del negocio.

Cómo funciona la nueva cuota de autónomos

El sistema ideado por la Seguridad Social se basa en la previsión de ingresos del autónomo para establecer la base de cotización y la cuota a pagar como autónomo en el caso de los autónomos que se dan de alta y sobre los rendimientos de la renta del año anterior para quienes ya eran trabajadores por cuenta propia.

Esta es la teoría, ya que como autónomo es fácil que tengas claro que ganancias pasadas no aseguran beneficios futuros, igual que en bolsa. Es decir, que facturar mucho un año no implica que ingresarás lo mismo el año siguiente. Es más, ni siquiera asegura que cobrarás lo mismo al mes siguiente.

La clave de todo es cómo elige el autónomo la cuota a pagar que, en teoría, depende de su rendimiento y unos tramos creados por la Seguridad Social.

Como calcular el rendimiento neto

Lo que determina la base de cotización como autónomo en 2023 es el rendimiento neto de la actividad.

Este rendimiento neto se calcula sumando los ingresos y restando los gastos deducibles como autónomo. Eso sí, sin restar a los gastos la cuota como autónomo, que sumarás después. A ese importe se le aplica una reducción del 7% en el caso de los autónomos y del 3% para autónomos societarios y mercantiles.

El resultado será el rendimiento neto de tu actividad. Si has sido autónomo en años anteriores, Hacienda se basará en tu última declaración de IRPF. A efectos prácticos esto implica que tu cuota como profesional en 2023 se calculará según cómo te fue la actividad en 2021. Es decir, dos años de diferencia.

Para dar con los datos que pide Hacienda puedes acudir a las casillas 0224 para ver los rendimientos y a la 0186 para ver las cotizaciones como autónomo.

Qué tramos existen según tu rendimiento neto

En base a tu rendimiento neto podrás averiguar los ingresos mensuales promedio y elegir uno de los 15 tramos creados por la Seguridad Social para tu cuota como autónomo.

Estos tramos son ascendentes, de forma que cuanto más ingreses, más cotizarás y mayor será la cuota. Son los siguientes:

Recuerda que como autónomo eres tú quien elige el tramo al que cotizarás. El organismo solo te indica cuál debería ser tu cuota y eres tú quien deberá cambiarla.

De hecho, por mucho que quisieses cambiar ahora, la plataforma todavía no funciona y el primer cambio no se aplicará hasta marzo.

¿Qué pasa si decides pagar la cuota mínima?

Como acabas de ver, la responsabilidad de calcular la base de cotización es tuya y aunque la Seguridad Social dispone de un simulador, todo dependerá de los datos que introduzcas.

Llegado el momento, puedes equivocarte con tus estimaciones de ingresos o, si usas los datos fiscales, que existan diferencias entre los que ingresaste en 2021 y lo que ingreses en 2023, que será lo más habitual.

Puede que incluso decidas voluntariamente declarar que tus ingresos son menores para abonar la cuota mínima. En realidad, lo que hagas va a dar igual porque tal y como está creado el sistema todo se regularizará a finales de año.

En teoría, el 31 de diciembre Hacienda hará cuentas contigo para ver si has cotizado lo que debes. En ese momento pueden pasar tres cosas:

1. Que hayas cotizado exactamente dentro del tramo que te corresponde, en cuyo caso tu cuenta con Hacienda estará a cero. Esta es la opción óptima, pero también la menos probable.
2. Que hayas cotizado más de lo que te corresponde, en cuyo caso la Seguridad Social te devolverá el exceso cotizado, exactamente igual que ocurre en la declaración de la renta con las retenciones de IRPF.
3. Que hayas cotizado menos de lo que te corresponde, en cuyo caso tu situación se regularizará a final del año y tendrás que pagar la diferencia entre lo que has cotizado y lo que deberías haber cotizado.

Vamos a verlo con un ejemplo. Imagina que declaras unos ingresos menores a 670 euros y pagas la cuota mínima que es de 230 euros. Al final del año resulta que has tenido ingresos por 1.500 euros. En lugar del primer tramo te correspondería haber cotizado en el quinto tramo con una cuota de 960,78 euros.

En total, has pagado 730,78 euros menos cada mes, lo que equivale a 8.769,36 euros al año. Llegado el momento, deberás ingresar esa cantidad para regularizar tu situación.

En definitiva, que como autónomo vas a tener que escoger entre pagar menos cada mes y abonar la diferencia al final o pagar lo que corresponde y que, si te has pasado, la Seguridad Social te devuelva.