¿Qué países cobran un impuesto sobre el patrimonio en Europa?

Si hay dos impuestos que levantan polémica y ampollas, estos son el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y el Impuesto sobre Patrimonio. Sólo hay que ver la polvareda que ha levantado la decisión de Andalucía de suprimir ambos, como ya hizo Castilla y León con el impuesto sobre las herencias.

Entre los argumentos de quienes quieren eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio hay dos que destacan especialmente:

Que se trata de una doble imposición, porque los bienes acumulados ya han sido gravados en el IRPF y que, por lo tanto, es injusto.
Que es un impuesto en extinción que prácticamente ya no aplica ningún país europeo.

Sobre el primer argumento no hablaremos, pero sí vamos a ver la situación del segundo: ¿Qué países cobran un impuesto sobre el patrimonio en Europa?

El Impuesto sobre el Patrimonio en Europa

¿Es de verdad un rara avis este tributo que grava el patrimonio de los contribuyentes? En este punto los datos son muy claros.

Este impuesto sobre la riqueza sólo se aplica en España (y no en todo el país) y en dos países europeos más: Noruega y Suiza.

En impuesto sobre el patrimonio en Noruega incluye un tipo del 0,95% para patrimonios por encima de los 180.000 euros (1,7 millones de coronas noruegas) y un tipo superior del 1,1% para los que tienen más de 2,1 millones de euros (2 millones de coronas noruegas).

Mientras, en Suiza ocurre algo parecido a lo que sucede en España. Este impuesto lo gestionan cada cantón, que puede jugar con las bonificaciones y los tipos impositivos. Actualmente los segundos van desde el 0,001% al 0,525%.

Por ejemplo, en Ginebra, la tabla del impuesto sería la siguiente:

Lo que sí existe en otros países euros son diferentes impuestos que gravan la riqueza, aunque solo sea de un tipo determinado. En Francia, por ejemplo, se sustituyó en 2018 este impuesto por uno que sólo grava la fortuna inmobiliaria.

Este impuesto no se cobra a personas que tengan menos de 800.000 euros en pisos y funciona de forma progresiva con tipos que van desde el 0,5% hasta el 1,5% para quienes tienen más de 10 millones en patrimonio inmobiliario.

Mientras, en Italia cobra un impuesto por los activos financieros y los activos inmobiliarios, pero sólo si están fuera del país. El tipo al que se paga es fijo del 0,2% para las acciones e inversiones financieras y del 0,76% para las viviendas.

En Países Bajos este impuesto se incluía en el de las ganancias de capital dentro del Box 3 de su impuesto, que grava las inversiones, la riqueza y las propiedades. Sin embargo, recientemente la justicia ha determinado que la forma en la que se calcula y está estructurado no es legal, ya que funcionaba de forma parecida a las imputaciones de renta inmobiliarias de España.

Qué comunidades cobran el impuesto sobre el patrimonio en España

En España este tributo está cedido a las comunidades autónomas, que pueden establecer bonificaciones, exenciones y cambios para adaptar el impuesto a las circunstancias de la región.

Hasta ahora, todas las comunidades salvo Madrid lo cobraban. Ahora, Andalucía dejará también de hacerlo, reduciendo a 15 el número de regiones que lo mantienen.

Según los últimos datos de Hacienda, la base liquidable del Impuesto en 2020 fue de 292.689 millones de euros y el resultado de la declaración 1,203 millones de euros.

Por comunidades autónomas, Madrid sumó segundo el patrimonio más elevados, solo por detrás de Catalunya.