¿Bajar los impuestos para recaudar más? Esta es una de las ideas que se han repetido durante la campaña electoral y que ilustra lo contraintuitiva que puede llegar a ser la economía. Este efecto en concreto lo define lo que se conoce como la curva de Laffer.
Los impuestos son una de las formas para cuadrar las cuentas de un Estado en déficit o para aumentar la inversión. La lógica nos dice que si cobras más impuestos, ingresarás más. Para analizarlo queremos recuperar uno de los conceptos fiscales más esclarecedores y que relaciona directamente la recaudación por impuestos con los tipos impositivos existente: la curva de Laffer
Qué es la curva de Laffer
A mayores impuestos mayor recaudación. Esta afirmación que puede parecer de lo más lógica tampoco puede estar más lejos de la realidad. Y es que aumentar los impuestos no tiene por qué traducirse necesariamente en un aumento de los ingresos fiscales.
La campaña fiscal ha rescatado rescatado la polémica sobre si el aumento de la presión fiscal tendrá un efecto positivo en la recaudación de la Agencia Tributaria o no. En este punto están quienes apuestas por una reducción masiva de los impuestos, especialmente del IRPF, y quienes creen que habría que subirlos.
La duda sobre qué es mejor surge a raíz de un modelo económico conocido como la curva de Laffer y que básicamente es una ecuación matemática que relaciona la recaudación por impuestos con el nivel de los impuestos. El autor, Arthur Betz Laffer, está considerado como uno de los padres de la economía de oferta e ideó esta ecuación para tratar de demostrar como en determinadas circunstancias bajar los impuestos puede hacer subir la recaudación fiscal.
La curva de Laffer explicada
La idea de Laffer parte de la base de que con un tipo impositivo a cero la recaudación fiscal será cero, pero también lo será con un tipo impositivo sobre el 100& de los ingresos. En este sentido, la curva de Laffer comienza y termina en cero.
Laffer parte de la base de que en un primer momento el aumento del un tipo de IRPF servirá para hacer subir la recaudación pero llegado un punto esta disminuirá conforme suban los tipos hasta llegar a cero. El modelo se apoya en el teorema de Rolle, que postula que si el ingreso fiscal es una función continua del tipo impositivo, tendrá un máximo en un punto del intervalo.
Para justificar su teoría, Laffer argumenta que al incrementarse los impuestos habrá un momento que la actividad económica quede estrangulada. En realidad, lo que ocurre es que una excesiva presión fiscal desincentiva la actividad económica y hace que baje el consumo y la demanda hasta un punto en el que la subida de impuestos no pueda compensar esta caída.
Para entendernos, si los impuestos alcanzan el 100% de los ingresos a nadie le interesaría trabajar ni invertir, puesto que estaría trabajando para pagar impuestos y no ganar nada. En esta tesitura, ¿Quien no preferiría tener tiempo libre a trabajar sólo para pagar impuestos?
El dibujo de la curva de Laffer
La curva de Laffer está representada por una ‘U’ invertida que parte y finaliza en cero.
Una primera aproximación sería la siguiente:
Sin embargo, la realidad es que el punto máximo no tiene por qué encontrarse en el centro y de hecho, tiende a escorarse a uno de los lados. El dibujo concreto depende de la economía de cada país, su estructura de costes y servicios sociales, así como de la propia idiosincrasia de la sociedad.
Un dibujo más acorde de la curva de Laffer podría uno de los siguientes:
¿En qué lado estamos?
Esta es, sin duda, la pregunta del millón. Dependiendo del lado en el que nos encontremos, subir o bajar los impuestos tendrá uno u otro efecto. Dicho de otra forma, si estamos en la lado izquierdo, habrá margen para una subida que aumente la recaudación. Por el contrario, si estamos en lado izquierdo, sería el momento de bajar los impuestos para recaudar más.
Esta sería la visión típica de la curva de Laffer, que sitúa en torno a un tipo del 70% el punto de no retorno en el que la recaudación comienza a menguar.
El siguiente gráfico de los compañeros de valoryprecio.com es algo más completo e incluye el efecto que sobre el consumo tiene el nivel de impuestos y como hasta no alcanzar determinada presión fiscal este no se resiente. Lo que sí tiende a crecer con las subidas de impuestos es la economía sumergida, que como es lógico no genera ingresos para el Estado pero sí permite mantener flote el sistema económico.
Ahora que está más claro el efecto de los impuestos sobre la economía real, ¿apostarías por una bajada o por una subida de impuestos?
¿Algo que añadir? ¡No te cortes!