Los grandes viajes son para las vacaciones o, en su defecto, para la luna de miel. Aunque el turismo es más económico que hace años, viajar puede ser caro, especialmente cuando se busca un destino exótico y si la factura es de más de 2.500 euros tendrás que empezar a pensar cómo quieres pagarlas.
¿Qué cantidad es normal destinar a las vacaciones? La cifra varía mucho dependiendo de la situación personal, si se viaja sólo, en pareja, como amigos o en familia. Según los datos de TripAdvisor, un 15% de los españoles cuenta con un presupuesto de entre 1.000 y 1.500 euros para sus vacaciones por un 14% que destinará entre 500 y 800 euros a descansar en el periodo estival. A estos hay que añadir un 13% que no escatimará en gastos y se dejará en disfrutar más de 3.000 euros.
Si este es tu caso o si por ejemplo te has casado y te vas de luna de miel o estás todavía planificándola, debes saber que la cuantía del viaje limitará tus opciones de pago. Dicho de otra forma, si tus vacaciones cuestan más de 2.500 euros puedes ir olvidándote de pagarlas en metálico.
Según la ley contra la economía sumergida, existe un límite de 2.500 euros para el pago en efectivo de cualquier tipo de operación comercial en la que intervenga un profesional u otra empresa. Esto incluye el montante total de la operación, de forma que por mucho que fracciones el pago no podrás hacer frente con dinero ‘contante y sonante’. Para que lo entiendas mejor, si tu luna de miel cuesta 6.000 euros, no podrás pagar en cómodos plazos de 2.500 con dinero físico.
Límite de 2.500 euros al pago en efectivo
Esta restricción también se aplica a los cheques bancarios y al portador, que a estos efectos se entiende como dinero en metálico.
Cómo hacer los pagos
Si no puedes pagar en metálico ¿Qué otras formas de pago existen? Lo más habitual cuando hablamos de cantidades tan altas es realizar una transferencia bancaria a la cuenta de la agencia de viajes. Sin embargo, esta no es la mejor opción. En este caso lo mejor es pagar con tarjeta de crédito y hacerlo además con la mejor que tengas. Si es una Visa Oro, mejor que una normal.
El motivo es que las tarjetas incluyen una serie de seguros muy útiles para estas grandes compras. Con la tarjeta podrás acceder a un seguro de viaje que te cubrirá durante el trayecto, así como a un seguro de cancelación si así se indican en las condiciones.
Lo que sí debes tener en cuenta al pagar con tarjeta es que el modelo de pago que tengas no sea aplazado. Es decir, que la agencia te cobrará todo el dinero del viaje al final de mes y no lo dividirá en mensualidades con su correspondiente tipo de interés adicional. En este sentido, también es importante que dispongas del dinero del viaje en la cuenta en la fecha indicada para el cobro porque si no es así, te cobrarán también intereses. Para que te hagas una idea de cómo funcionan la mayoría de tarjetas de crédito, lo que hacen es ir adelantándote dinero cada mes y, llegado un día concreto, te pasan el recibo de todo lo que hayas comprado con ellas. Si hay fondos, no habrá problema y habrás podido sacar partido del adelanto del dinero, pero si no los hay es cuando comenzarán a cobrar intereses en muchos casos desmedidos.
Recuerda que existe una excepción a esta norma general y es la marcada por personas físicas que no residen en España y que no actúen como profesionales y empresarios. En otras palabras, los turistas sí podrán comprar y pagar en metálico por valor superior a 2.500 euros.
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